Miércoles 31 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 45 > Deportes
Un River opaco sufrió para pasar a 'semis'
En su cancha, empató en cero con Defensor. Ahora se las verá con Arsenal, en un duelo bien criollo.

Lejos estuvo de ser ese equipo incisivo y determinante en los últimos metros, profundo y letal frente al arco. El River de anoche se pareció al de unos meses atrás, empató 0-0 con Defensor Sporting, en el Monumental, y se clasificó para las semis de la Sudamericana, donde ahora se las verá con Arsenal. El 'Millo' se benefició por el 2-2 de la ida, en Uruguay.

River se vio sorprendido por la actitud de los orientales. Lejos de lo que se podía esperar en la previa, el equipo del otrora fenomenal jugador llamado Jorge Da Silva salió a buscar el partido desde el minuto cero.

Lo hizo estrangulando los canales futbolísticos del local e intentando jugar todas las pelotas en forma inteligente. Tomó los talentosos de River, corrió, metió y utilizó las pelotas aéreas para molestar.

Hasta los 35 Defensor fue mucho más, porque tuvo el balón, controló el terreno y contó con media docena de situaciones clarísimas. La primera fue al minuto, cuando Carrizo salvó de manera providencial una entrada de Sebastián Fernández (una verdadera pesadilla en el primer tiempo), tras pase de De Souza.

Sobre los 30 se lo comió en la boca del arco Miguel Amado y dos minutos más tarde el '1' "Millonario" elastizó al máximo su cuerpo para sacar un cabezazo de Andrés Lamas, que a los 34 se lo perdió otra vez luego de un corner.

River encontró la redonda, y cuando lo hace sabe cómo lastimar. Primero con un bombazo de Paulo Ferrari que probó los buenos reflejos del arquero Martín Silva, luego con una jugada casi calcada que involucró a Rosales y al '1' y finalmente tras un desborde del "Burrito" Ortega (de lo más activo) que no terminó en gol porque la definición del rosarino se encaprichó y pegó en el travesaño.

Las palabras de Daniel Passarella en los vestuarios fueron claras: River debía pararse más arriba, ser protagonista. Lo hizo, pero sólo como un acto reflejo, porque las ideas no fluyeron. Sobre los 10 Radamel Falcao aprovechó un mal achique charrúa y metió una buena pelota, pero Belluschi no supo resolver.

Los corazones millonarios se paralizaron a los 14, cuando Do Souza la hizo muy bien por izquierda, mandó el centro, a Ponzio lo sobró la pelota y cayó en los pies de Carlos Morales, que le pegó con alma y vida.

¿Gol? No, porque Carrizo tapó con los pies lo que fue la jugada de la clasificación.

Lo bueno de Carrizo se desdibujó un poco a los 21, cuando salió mal, quedó a mitad de camino y regresó tan lento que Tuzzio tuvo que salvar sobre la línea un lejano disparo de Marchant.

Da Silva puso toda la carne al asador y llenó la cancha de delanteros, mientras River seguía ofreciendo una imagen distorsionada de ese equipo punzante que se floreó ante Boca.

Defensor, equipo ordenado y aguerrido, cerró todos los caminos y fue en busca de un gol salvador. El 2-2 de la ida comenzó a pesar en la cabeza de los jugadores millonarios, que trasladado a las piernas se transformó en apatía.

Los últimos minutos fueron más psicológicos que futbolísticos. River buscó esconder la pelota mientras Daniel Passarella, viendo la situación, pedía a los hinchas algo más de aliento.

A los 41 Ortega-Belluschi y Falcao triangularon, pero el volante de las rastas resolvió nervioso, como todo el partido, y la tiró a las nubes. La más clara la tuvo Andrés Ríos, dos minutos después, cuando el "Burrito" clavó una perfecta estocada pero el disparo del juvenil delantero pegó en el palo derecho de Silva y se fue.

Así se apagó el partido. Con un River clasificado, pero que en el juego quedó en deuda.

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