Miércoles 31 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 44 > Deportes
A 64 años del Maracanazo...
...Brasil volverá a ser anfitrión de una Copa, la que se jugará en siete años. Pelé faltó a la ceremonia en Zurich. Carnaval anticipado en el vecino país. Lula: "Realizaremos un torneo que ningún argentino pueda criticar".

Sesenta y cuatro años después tendrá la oportunidad de sacarse la espina más grande. Finalmente, Brasil fue el país elegido para organizar el Mundial de fútbol 2014, como sucedió en 1950, cuando perdió la final con Uruguay y le dio vida a uno de los hechos más sorprendentes en la historia del apasionante deporte: el Maracanazo.

Ayer hubo carnaval anticipado en el vecino país. Antes de la confirmación de la FIFA miles de brasileños dejaron sus casas y tomaron las calles de las principales capitales para festejar. En Río de Janeiro, el estadio Maracaná (posible escenario de la final), el cerro Pan de Azúcar y el Cristo Redentor fueron adornados con camisetas gigantes que festejaban el regreso de la máxima cita del fútbol mundial al país "pentacampeón".

Parece mentira, pero a siete años del evento, y aún con Sudáfrica 2010 en el medio, los brasileños ya aseguran que no habrá horma para sus zapatos. Como un grito de guerra, el legendario tetracampeón Mario Jorge Zagallo aseguró que todos los equipos que participen del Mundial 2014 deberán "tragarse" el triunfo de Brasil, a diferencia de 1950.

El "Lobo", campeón con la 'verdeamarelha' en el '58 y '62 (como jugador), en el '70 (como DT) y en '94 (como coordinador técnico), fue tajante: "Brasil tiene cinco títulos fuera de casa y esta de aquí va a tener que ser nuestra. El continente europeo, el asiático, africano y todos los demás van a tener que tragarnos", alertó.

Zagallo no jugó la final del '50 ante Uruguay, pero sí estuvo en la tribuna como guardia de la Policía del Ejército. Y quiere revancha, como todos. "Hasta los diarios anticipaban a Brasil como campeón", recordó, para luego indicar que con el segundo gol marcado por Alcides Edgardo Ghiggia (fue 2-1 'charrúa') los uruguayos "nos robaron el título que sería el primero nuestro en una Copa del Mundo".

El presidente Luiz Inácio da Silva no se quedó atrás. Más vehemente, recordó que para Brasil "el fútbol es más que un deporte, es una pasión nacional" y en tono irónico disparó hacia estas tierras: "Realizaremos un torneo que ningún argentino podrá criticar".

El gran ausente en la ceremonia de Zurich fue nada menos que Pelé. Nadie respondió con certeza sobre su ausencia. El presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ricardo Teixeira, aseguró que "O Rei" fue invitado a integrar la comitiva donde no faltaron Lula, varios de sus ministros, 12 gobernadores, el escritor Paulo Coelho, el DT Dunga y Romario.

En el seno de la FIFA el faltazo fue recibido con perplejidad. "Eso es pelea de familia", arriesgó Michel Platini, en referencia a la dispuesta entre Pelé y Teixeira.

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