El gobierno insiste en interpretar los datos de una manera totalmente distinta de lo que siente el bolsillo del ciudadano común.
¿Quién puede pensar que los precios bajaron en las góndolas 2% durante setiembre?
Los datos oficiales ofenden el sentido común
de la ciudadanía que día a día sale de compras al supermercado.
La canasta de productos primarios mantiene su tendencia creciente en precios y el gobierno sigue mirando para otro lado.
Pareciera que no hay forma de hacer entender a la actual administración que, en la medida en que el INDEC no refleje la realidad del mercado no hay posibilidad de corregir los desvíos inflacionarios que hoy existen en el mismo.
Poner bajo la alfombra este problema no hace más que potenciarlo a futuro.
Cristina de Kirchner ganó la presidencia con casi el 50% de los votos. Con cuatro años por delante para gobernar, tiene hoy en sus manos la posibilidad de corregir el rumbo de un país ciego en estadísticas. Algo elemental para cualquier nación que quiera desarrollarse.
JAVIER LOJO