| Las acusaciones son gravísimas: secuestro de niños africanos, fraude a familias adoptivas, tráfico de órganos... El caso de los 103 niños presuntamente huérfanos de Darfur ha conmocionado a la opinión pública. Cada vez está más claro que el escándalo es mucho mayor de lo que se pensaba. Según los observadores, las consecuencias diplomáticas a largo plazo podrían ser desastrosas. Incluso aunque el presidente chadiano, Idriss Deby, haya asegurado por teléfono lo contrario a su homólogo francés, Nicolas Sarkozy. Ahora, el despliegue de las tropas europeas en la frontera entre Chad y Darfur, aplazado varias veces, podría verse sujeto a nuevas condiciones. A Deby parece que el caso le hubiera caído del cielo. Nunca le gustó la idea de los franceses de desplegar una fuerza de paz europea en la parte este de su país, ya que para él significa limitar su soberanía. La EUFOR fue una solución de emergencia, pues Sudán se negaba a permitir el envío de una misión de la ONU a la convulsa región de Darfur. En el este de Chad se está produciendo actualmente una catástrofe humanitaria. El conflicto en Darfur, que desde 2003 enfrenta a grupos rebeldes, milicias y el ejército sudanés, ha traspasado las fronteras y actualmente más de 400.000 desplazados se refugian en el este de Chad | |