Buenos Aires.- La presidenta electa de los argentinos, Cristina Fernández de Kirchner, asumirá el 10 diciembre con el quórum asegurado en ambas cámaras del Congreso y con 19 de los 24 gobernadores afines al kirchnerismo.

Escrutadas el 96,50 por ciento de las mesas, el Frente para la Victoria (FPV) obtiene, hasta el momento, 8.195.928 votos, esto es, el 44,91 por ciento, mientras que la principal oponente, Elisa Carrió, electoral logra el 22.95 por ciento, que significan 4.189.036 electores.

El tercero de los candidatos presidenciales, Roberto Lavagna, de UNA, marcha con 3.082.204, equivalente al 16,89 por ciento de los sufragios emitidos.

Alberto Rodríguez Saá, del Frejuli, se encolumna en el cuarto lugar con 1.407.718 votos, es decir, el 7,71 por ciento. Cuando aún restan contar votos, los sufragios positivos suman 18.250.547, mientras que los en blanco trepan al 4,81 por ciento.  

En la Cámara de Diputados, el kirchnerismo tendrá un interbloque que superará los 145 legisladores, que le asegura tranquilidad política a la hora de aprobar los proyectos. El quórum obligatorio es de 129 diputados.

El segundo dato de la realidad en la cámara baja es que el futuro interbloque de la Coalición Cívica-Partido Socialista alcanzará los 35 diputados, desalojando de la primera mínoría a la Unión Cíciva Radical (UCR), algo que nunca había ocurrido desde la recuperación democrática, en 1983. El radicalismo reducirá de 36 a 30 los legisladores que representarán al centenario partido de la boina blanca, que lo convertirán en la segunda minoría de la cámara.  

En el Senado, de las 72 bancas que tiene la cámara, 45 pertenecen al Frente para la Victoria (FPV), ocho por encima del quórum propio.  

El oficialismo ganó anoche las ocho gobernaciones que disputó, con lo cual el kirchnerismo se quedó con la administración de 19 estados, en tanto que la oposición hará lo propio con los 5 restantes.

El kirchnerismo gobernará 16 de las 19 provincias y las tres restantes quedarán en manos de los radicales K, como son las de Catamarca, Santiago del Estero y Corrientes. Administrará las cinco provincias norteñas del país como son Jujuy, Salta, Tucumán, Formosa y el Chaco.

En Mendoza un kirchnerista le ganó la provincia a un radical K, en San Juan renovó el mandato un hombre afín al presidente Néstor Kirchner y lo mismo ocurrió en La Rioja.

En la Patagonia, de las cinco provincias, dos quedaron en manos del kirchnerismo (Chubut y Santa Cruz), otra será de los radicales K (Río Negro) y las otras dos en poder de la oposición.

En La Pampa, se impuso un kirchnerista, lo mismo en la provincia de Buenos Aires, como en la de Córdoba.

En la Mesopotamia, Entre Ríos y Misiones tendrán como mandatarios a los kirchneristas y en Corrientes a un radical K.

Las gobernaciones que se alinean en la oposición son cinco, de las cuales tres cambiarán de color el 10 de diciembre, Tierra del Fuego será del ARI, en la ciudad de Buenos Aires que mandará el PRO y en Santa Fe del Partido Socialista (PS).

Las provincias de Neuquén y de San Luis seguirán bajo el mismo perfil desde que en 1983 se recuperó el sistema democrático en la Argentina. El Movimiento Popular Neuquino (MPN) conserva el poder en la provincia y algo similar ocurre con el sector del peronismo que conducen los hermanos Rodríguez Saá en el estado puntano.  

Fuente: (Télam).