BUENOS AIRES (Télam).- Unas 860 personas detenidas en unidades del Servicio Penitenciario Federal emitieron ayer por primera vez, en esa condición, su voto para presidente y legisladores nacionales.
El ministro de Justicia, Alberto Iribarne, que presenció el acto electoral en el Complejo 1 de Ezeiza, destacó que la posibilidad de que los detenidos procesados puedan votar se enmarca en una "política de derechos humanos que está respaldada por este tipo de medidas".
Los detenidos pudieron sufragar luego de que el Poder Ejecutivo derogó un artículo del Código Electoral Nacional que impedía la inclusión de reos en los padrones. Esa situación violaba derechos consagrados en la Constitución Nacional y en la Convención Interamericana de Derechos Humanos, por lo que la ley 25.858/2003 y el decreto 1291/2007 pusieron fin a ese impedimento y la Cámara Nacional Electoral confeccionó el registro de electores privados de la libertad.
Con la presencia de veedores del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), por la mañana autoridades de Poder ciudadano visitaron la cárcel de Villa Devoto donde los detenidos votaron. A las 14.07, en el módulo 4 de ese complejo carcelario, once detenidos se pusieron en fila para elegir presidente y vice y legisladores nacionales en las mesas 56 y 57, constituidas con docentes de la zona especialmente convocados para presidir el acto, lo que incluyó precisas instrucciones para los electores.
Por una decisión judicial, la prensa invitada a cubrir el evento sólo accedió a dialogar con dos detenidos, Leandro y Maximiliano, de 20 y 19 años, procesados por robo en banda y robo de automotores y cuya situación está pendiente de resolución judicial.
"Mirá acá, para este lado, que se vea el sello en el documento", decían los jóvenes presos cuando eran fotografiados por la prensa.
Al principio, tanto Leandro, que está aprendiendo a leer y escribir, como Maximiliano, que dijo con desenfado "no hago nada acá", mostraban un evidente nerviosismo por la urgencia periodística. "Esto (por el voto) va a servir para el trabajo, para recuperar la libertad, para que cuando
salga tenga trabajo", dijo Leandro al explicar el sentido de su voto y contó que "muchos presos no votaron porque no tenían documentos", al revelar uno de los principales problemas para que los procesados detenidos ejercieran ese derecho.
En cambio Maximiliano, con un carácter mas frontal, destacó que su anhelo principal es que el nuevo derecho para los detenidos, "sirva para cambiar leyes".
El joven, que está detenido desde hace nueve meses y es hijo de padres separados, señaló que recibe la visita de sus padres que lo van a ver todos los fines de semana.
Iribarne, al ser consultado, dijo que denuncias por hacinamiento "son causas cerradas" al considerar avances concretos en las políticas penitenciarias que se llevan en el país.