Dos horas después de que Cristina Fernández de Kirchner se arrogara la victoria, Elisa Carrió se negó a reconocer el triunfo que los cómputos oficiales parciales y los sondeos a boca de urna le otorgan a la senadora y primera dama. Afirmó que sólo reconocería las cifras cuando estuviera cargado el 60% de los sufragios de todos los distritos.
Carrió se mostró molesta porque el Correo Central no cargó la mayoría de los votos de los principales distritos del país. "Ningún país civilizado del mundo puede proclamar una presidencia que hasta hoy no tiene una tendencia clara. No estamos en condiciones de reconocer nada porque no podemos seriamente hacerlo", advirtió.
Aseguró que su partido "se constituyó en la segunda fuerza nacional" en los comicios y sostuvo que "gana ampliamente en los centros urbanos más grandes".
Puntualmente, Carrió mencionó a los distritos de Rosario, Capital Federal, Mar del Plata y Bahía Blanca como los sitios donde "la Coalición Cívica está haciendo una excelente elección".
Por su lado el candidato presidencial de la coalición Una Nación Avanzada (UNA, Roberto Lavagna, afirmó que "la elección ha terminado" al reconocer su derrota y remarcó que dio la "batalla" electoral con "convicción y coraje".
"La elección ha terminado, pero no hay peor batalla que la que no se da y nosotros la dimos con mucha convicción y coraje, y con las manos limpias", dijo Lavagna minutos después del discurso ofrecido por la candidata oficialista. Acompañado por su compañero de fórmula, el radical Gerardo Morales, Lavagna destacó que la coalición UNA dio "la batalla sin caer en las trampas ideológicas, preservando su identidad como gente de centro progresista".
A su turno, el candidato a presidente por el Frejuli, Alberto Rodríguez Saá, reconoció anoche que "el porcentaje" de votos que consiguió "tal vez no sea el que esperábamos", aunque remarcó que igual "es importante".
"Estamos orgullosos de haber alcanzado este porcentaje", dijo Rodríguez Saá, quien, por otro lado, indicó que no le "gusta para nada que un gobierno atropelle a los sectores sociales".
Por su parte el candidato presidencial de Recrear, Ricardo López Murphy afirmó: "Fue la elección más irregular desde el retorno a la democracia".
"El proceso electoral no fue propio de una República que respeta la regla del pluralismo", afirmó López Murphy, quien eludió reconocer su derrota, y dedicó su única aparición pública a cuestionar el desarrollo de los comicios. Visiblemente consternado, advirtió que "los abusos, el exceso de poder y las violaciones en el uso de los recursos públicos auguraban una jornada electoral como la de hoy", que definió de "bochornosa". (Télam/DyN)