BUENOS AIRES (Télam).- Los abogados de la familia de Natalia Di Gallo, la adolescente encontrada asesinada en enero de 2004 en el Parque Pereyra del partido bonaerense de Berazategui, pidieron ante la Justicia que se aparte el fiscal de la causa al considerar que se "ha rehusado a avanzar en la investigación", informaron ayer fuentes de la querella.
Una de las principales críticas al trabajo del instructor judicial es que éste recibió hace dos meses un informe en el que se descubrió que una rama del perfil genético de la víctima es compatible con el de tres sospechosos a los que aún no llamó a declarar ni ordenó que se le practique un examen de ADN completo.
Daniel Mazzochini, uno de los abogados de la familia Di Gallo, informó que la semana pasada presentaron ante el Juzgado de Garantías 1 de Quilmes, a cargo de Gabriela Myskin, un pedido de recusación del fiscal de la causa, Andrés Nieva Woodgate.
Además, la querella pidió el enjuiciamiento del fiscal ante la Procuradora bonaerense María del Carmen Falbo y la solicitud de intervención ante el fiscal general de Quilmes, Marcelo Dragui. "Consideramos que el Ministerio Público recusado se ha negado a avanzar en la investigación", señaló el letrado en su pedido.
Mazzochini puntualizó que los forenses oficiales presentaron en agosto pasado su informe genético ante Nieva Woodgate en el que se cotejó un cabello hallado en el cuerpo de Natalia con el ADN de la sangre de tres hombres que son investigados por su presunta relación con el crimen. Según el querellante, las muestras correspondientes a estos tres sospechosos que tuvieron contacto con la víctima el último fin de semana que esta estuvo con vida "comparten el mismo haplotipo de ADN mitocondrial" con la extraída del cadáver.
Este estudio no es concluyente porque sólo abarca un cruce de secuencias de la rama femenina del perfil genético, y como no hay relación de parentesco entre estos hombres y Natalia, la querella quiere que realice peritaje de ADN completo con la sangre de la madre de los sospechosos y la de la madre de la víctima.
Sin embargo, Mazzochini sostiene que el fiscal aún no ordenó hacer el estudio completo, ni extraerle sangre nuevamente a los sospechosos ni citarlos a declarar para confirmar si los pelos hallados en el cuerpo de la víctima son de ellos o descartar esa línea de investigación. La querella también critica que el fiscal no pidió analizar los correos electrónicos de Nicolás Gómez, uno de los sospechosos que sí estuvo preso por el crimen.