Jugó en el patio de su casa y no falló, algo esperable si se trata del "1" del mundo. Roger Federer repitió el triunfo en Basilea, al imponerse en la final al finlandés Jarkko Nieminen por 6-3 y 6-4.
El triunfo de ayer en el torneo en el que de niño fue recogepelotas le asegura a Federer, terminar el año como el mejor del planeta tenis, por cuarta vez consecutiva.
Con esta victoria se va entonado a París, donde jugará por primera vez en cuatro años y en el que cerrará la temporada 2007, en competencia previa al Masters de Shanghai.
El suizo, ganador de 12 torneos de Grand Slam, es el quinto jugador de la historia en acabar por cuarto año consecutivo como número uno tras los estadounidenses Jimmy Connors, John McEnroe y Pete Sampras y el checo Ivan Lendl.
Federer ganó por octava vez en otros tantos partidos a Nieminen y sólo necesitó 61 minutos para levantar su séptimo trofeo del año.
"Es fantástico ganar delante de la afición de mi ciudad. Podría haber sido un partido más competitivo por los fans que vienen de lejos, pero espero que la mayoría quisiera mi triunfo, así que espero que se vayan a casa felices. El público me ayudó especialmente con 4-4 en el segundo set y fui capaz de quebrar a Jarkko", explicó Federer, que lleva 63 triunfos y siete derrotas en este año.
El finés, por su parte, estaba satisfecho con su torneo tras eliminar a ex finalistas en Suiza como el chileno Fernando González y al chipriota Marcos Baghdatis.
El torneo de Basilea se jugó bajo techo y sobre pista rápida, y repartió 850.250 euros en premios y puntos para las clasificaciones mundiales de la ATP.