BERLÍN (DPA).- El director de orquesta argentino-israelí Daniel Barenboim cumplirá 65 años el 15 de noviembre y eso es algo que no sólo no le preocupa, sino que le llena de alegría, pues después de tantos años de ser "el niño", ahora quiere ser por fin "el más viejo" ante la orquesta.
En una entrevista difundida por el diario alemán "Berliner Morgenpost", Barenboim aseguró que ser el director musical de la Ópera Estatal Alemana Unter den Linden de Berlín le encanta porque es un proyecto que involucra a mucha gente joven y en el que no hay orden de jerarquías. "Me fascina imaginarme que a lo mejor la gente joven me escucha un poco más", subrayó riendo. "Eso tiene que ver totalmente con la edad. Durante muchos años fui el niño, siempre el más joven. Toqué con Casals, con Isaac Stern, con Ilstein, siempre era el más joven. Ahora disfruto de la tercera edad", indicó.
El argentino-israelí, que también dirige la orquesta West-East Divan en la que tocan jóvenes israelíes y de países árabes, agregó que cumplir 65 años el 15 de noviembre es algo de lo que se congratula notablemente. "Porque el 16 de noviembre seré el más viejo ante la orquesta", bromeó.
"A lo mejor hasta consigo descuentos para viajar en metro", continuó el artista, quien recalcó que pese a que los músicos se jubilan a los 65 años, para él la música "no es una carga, sino todo lo contrario". Además, dijo que aún le quedan sueños que cumplir: "nunca me he atrevido a dirigir las Pasiones de Bach", reconoció.
Barenboim manifestó su amor hacia la música de cámara. "Crecí con ella y eso es algo que marca", apuntó.
El director de la Ópera Estatal Alemana Unter den Linden de Berlín reveló que aprendió a tocar esa música en Buenos Aires, en la casa del judío austríaco Rosenthal. "Su mujer hacía todos los viernes una tarta de manzana fantástica", recordó.
En la entrevista, Barenboim consideró que la música de cámara "es la base principal para hacer cualquier música". Según explicó, en ella, cada músico se expresa al máximo, "pero también tiene que escuchar lo que hacen sus compañeros, o sea que se trata de un aprendizaje para la vida". "¡Imagínese que nuestros políticos fueran capaces de expresarse como en la música de cámara y escuchar a la vez lo que otros dicen!", bromeó de nuevo. Barenboim señaló que lo más agradecido de su trabajo es la gran confianza que el público siempre le ha regalado.