SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- A poco estuvo de ser una tragedia. Fue ayer, en pleno mediodía. Cuatro jóvenes, mayores de edad, residentes en Bariloche, protagonizaron una violenta colisión contra un viejo camión leñero en la ruta 40 Sur, cuando regresaban de El Bolsón donde habrían asistido a una fiesta. El Volkswagen Pointer GL, en el que se desplazaban los barilochenses, impactó contra la rueda delantera del camión y dos de los ocupantes fueron trasladados al Hospital Zonal. Unas horas antes, los jóvenes habían quedado retenidos en un control de Gendarmería al detectárseles exceso de alcohol en la sangre.

Gustavo Marihuan, de 20 años, ingresó a la guardia con un traumatismo encéfalo craneal grave, que requirió una urgente intervención quirúrgica y permanecía internado en terapia intensiva.

Su hermano José sólo presentaba contusiones menores y fue dado de alta. Los restantes ocupantes presentaron lesiones de distinta consideración y fueron derivados a centros de salud privados.

El hecho ocurrió hacia las 12 del mediodía, sobre la ruta 40, a la altura del lago Guillermo, 5 kilómetros antes de la intersección con el camino a Pampa Linda y Cascada Los Alerces.

El Pointer, dominio ANK 469, se pasó de largo en una zona de curvas e impactó con su lateral en la rueda delantera del camión Mercedes, conducido por su propietario, que salió ileso y sólo debió lamentar la perdida de una jornada laboral. Además del dramático momento, claro.

La violencia del impacto destrozó el lateral izquierdo del vehículo menor.

Según se informó, el rodado era conducido por Javier Chávez, que también sufrió heridas graves, y lo acompañaban los hermanos Diego, Gustavo y José Marihuan.

Un móvil de Bomberos Centro prestó los primeros auxilios en el lugar y convocó a las ambulancias privadas que efectuaron las derivaciones.

Antes, retenidos

Lo más llamativo del caso es que los infortunados jóvenes fueron detenidos por Gendarmería Nacional en el puesto de control del Manso, hacia las 6 de la madrugada. Los gendarmes constataron que estaban imposibilitados de conducir por exceso de alcohol y decidieron demorarlos durante cinco horas, para que se les pase el estado.

El dato fue destacado por el chofer del camión, que además de los daños en su rodado, se quejó de perder "un día de trabajo por la imprudencia de los chicos".

El conductor del camión, visiblemente molesto, tuvo que esperar el arribo de la policía científica para que perite los vehículos.