BUENOS AIRES (DyN).- El economista en jefe del Banco Central, Hernán Lacunza, defendió la venta de dólares que realizó la entidad durante los últimos días y señaló que su uso "es la contracara de la política de acumulación prudencial de reservas llevada a cabo por la autoridad monetaria desde el año 2004".

A la vez, Lacunza calificó esos movimientos como "normales" y descartó hacia el futuro problemas cambiarios, ya que "por motivos comerciales, las divisas que se consiguen por exportaciones representan un ingreso mensual que promedia los 800 millones dólares", señaló.

El economista le dijo a DyN que pese a las turbulencias internacionales de los últimos tiempos, el BCRA resignó aproximadamente "sólo 3% de sus reservas", en tanto la paridad nominal entre el peso y el dólar "varió en un rango de 2,5%", mientras que en otros mercados hubo oscilaciones de hasta 13% "y en Brasil 10%", precisó.

También aclaró que parte de la variación negativa de las reservas de los últimos días debe atribuirse a que "la Tesorería le compró dólares al BCRA para atender pagos al exterior".

Lacunza tampoco ahorró críticas a quienes fustigaban al Banco Central cuando compraba dólares a diario y emitía pesos en contrapartida "por la presunta inflación que se generaba".

En ese aspecto, señaló que como esa emisión "era neutralizada por la absorción de dinero a través de letras y notas, entonces se cuestionó el uso de ese seguro, es decir el costo financiero de las mismas". Para Lacunza, "si la tormenta internacional nos hubiera sorprendido sin paraguas, hoy estaríamos enfrentando un escenario muy complicado en términos financieros, productivos y sociales, con menos reservas y un tipo de cambio más apreciado".

La referencia tiene relación con el contenido de un artículo periodístico firmado por el funcionario, donde sostuvo que "inquietarse por el uso de reservas para atenuar los movimientos del mercado cambiario sería como afligirse por mojar el paraguas durante una lluvia.

Lo preocupante sería no tener paraguas. Y en caso de tenerlo, nada más insensato que no usarlo para que uno no se moje". Las reservas internacionales de la Argentina hoy equivalen a 93% del circulante más los depósitos a la vista y es la mayor relación desde principios de los años 70, mientras que en los países emergentes esa relación está en el orden de 25%.

El total actual representa 38% de la deuda externa total y más de 300% en relación a la deuda de corto plazo. Lacunza añadió que "la magnitud de las reservas tiene también un fin persuasivo, ya que desecha cualquier movimiento especulativo contra el peso".

Por último, el funcionario señaló que la historia de "inestabilidad y crisis" de los argentinos y su memoria al respecto le producen al argentino medio "una particular aversión por la volatilidad", que en términos cambiarios se traduce como "miedo a flotar", afirmó.