CIPOLLETTI (AC).- El robo de cables es cada vez más grave. En la madrugada de ayer un equipo de trabajadores de Edersa fue atacado a disparos cuando realizaba reparaciones tras la sustracción de unos 3 kilómetros de línea en la zona de El Treinta, en Cipolletti.

Ninguno resultó herido, pero el episodio generó preocupación en la distribuidora de energía rionegrina, que volverá a reclamar ante el Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE) y autoridades provinciales.

El hecho aún mantiene sin luz a la zona de El Treinta y de Puente 83 y en condiciones "de extrema fragilidad" el servicio de otros sectores, que ahora reciben energía desde otras instalaciones. Edersa no tenía ayer los cables necesarios para reponer el tramo faltante.

El robo se concretó en la madrugada del viernes. No fueron sólo unos metros, como en otros casos, sino 3 kilómetros de la línea que proviene desde la central de El Treinta y que alimenta a esa zona este, además de varios barrios del norte cipoleño.

Lo primero que hicieron los trabajadores tras el hecho, fue realizar las maniobras necesarias para brindar seguridad y evitar riesgos por cables cortados. Luego, se restableció de a poco el servicio en algunos sectores más poblados llevando energía desde otro lugar.

En la madrugada de ayer, cuando el jefe de redes y uno de los operarios fueron a El Treinta nuevamente para recoger cables, empezaron a escuchar disparos. Primero lejanos y luego cada vez más cerca de ellos. "Tuvieron que resguardarse en la camioneta", se informó desde la empresa. Gracias a vecinos del lugar que efectuaron "tiros al aire" pudieron salir ilesos, y los sujetos, huyeron.

"Estamos preocupados y asustados porque esta vez fue con armas, es mucho más grave", dijo ayer Norberto Bruno, titular de Edersa.

La distribuidora volverá a realizar reclamos ante el EPRE y el gobierno por los robos reiterados y porque "se empieza a poner bastante delicado el sistema", reconoció Bruno.

Ayer, cerca de cinco transformadores se encontraban inhabilitados, "con la correspondiente falta de energía en algunos barrios, y de extrema fragilidad el mantenimiento del servicio para otros", informó la empresa en un comunicado.

Los operarios atacados pudieron terminar el trabajo que preveían pero no repusieron el cable sustraído porque no tenían en stock. Los robos los están dejando sin material de reposición. Sólo realizaron las tareas necesarias para brindar seguridad al sector, como por ejemplo, que no quedaran cables sueltos.