Domingo 28 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 53 > Deportes
Esta vez no pudo ser en la capital de las ballenas
Cipo cayó ante Brown de Madryn por 3-1. Así y todo sigue primero, en una zona bien reñida.

MADRYN (Joaquín Peralta-Enviado especial).- La zona 3 del Argentino A es tan despareja que Cipolletti cayó categóricamente frente a Brown de Madryn en uno de sus peores partidos del torneo pero igual es uno de los punteros.

El 3-1 con el que regresó el albinegro de su excursión por la tierra de las ballenas fue justo. Es que el equipo tuvo poco volumen de juego de tres cuartos hacia delante, los carrileros pasaron inadvertidos y cometió errores gruesos en la cobertura defensiva, que el local no perdonó. Lo único rescatable fue la entrega para ir a remontar un resultado cuando ya estaba tres goles abajo.

La caída frente a Madryn significó la segunda derrota en el torneo del albinegro, con la coincidencia de que fue como visitante y le convirtieron tres goles.

Quizás el partido hubiese sido otro si el remate de Marcos Carrasco, a tres minutos del inicio, no hubiese reventado el palo derecho de Diego Luque.

Brown tomó las riendas y comenzó a hacer evidentes las dudas defensivas de "Cipo". Un centro al medio del área no pudo ser despejado, la pelota quedó dando vueltas en el punto penal y Diego Giménez falló de milagro.

Hasta ahí el albinegro todavía estaba en juego, pero todo empezó a derrumbarse en un tiro de esquina a favor. Se durmió en el rebote luego de una aparente falta a Mariano Figueroa, Brown salió rápido por derecha, Velázquez le puso la pelota en los pies a Uranga que sólo tuvo que empujarla.

De Cipolletti poco y nada, ni siquiera pudo aprovechar el fuerte viento a favor del primer tiempo. Sobre el final Maitini cobró un dudoso penal de Figueroa sobre Velázquez (la figura) pero 'Willy' Ferreyra le sacó el remate a Marcos Del Cero.

Pudo levantarse definitivamente en una de las últimas, luego de una gran jugada de Weisser que arrancó, desparramó rivales y, cuando definió a un palo, se encontró con la resistencia de Luque.

El inicio del complemento lo encontró más adelantado y generando alguna vacilación en la última línea local, pero un nuevo error le costó caro. Roberto Muñoz quiso despejar de cabeza en la mitad,le puso la pelota en los pies a Velázquez que salió disparado hacia el área, tocó para Giménez y el delantero la acomodó junto a un palo. En el desconcierto, cinco minutos después, el propio Velázquez se metió en el área, paró la pelota con el pecho y definió fuerte.

Con el 3-0 hubo una reacción anímica y futbolística de Cipo, que logró descontar con el derechazo de Ramos a la salida de un tiro de esquina. Claro, ya era demasiado tarde para soñar con la hazaña.

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