Domingo 28 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 44 > Cultura y Espectaculos
ENTREVISTA A ISMAEL SERRANO: "Cantar es una llamada de auxilio"
A, su paso por Buenos Aires, "Río Negro" habló con el músico de su nuevo disco, "Sueño de un hombre despierto"

EDUARDO ROUILLET

En los primeros diez años de carrera Ismael Serrano lleva siete discos editados en España, EE. UU. y América Latina, de los cuales ha vendido cerca de un millón de placas. Todo un dato para una artista de bajo perfil, deliberadamente alejado de la difusión de su imagen y el ruido organizado del negocio del espectáculo

Después de pasar por Buenos Aires, donde se encontró con "Río Negro, Serrano arrancó el tramo español del tour "Sueño de un hombre despierto". "Sueña Pichiche/ con las praderas donde el manzano/ ya floreció,/ en esa tierra en que el huinca aprende/ nuestros amores, lo que olvidó./ El allí comprenderá que tu gente quiera romper/ las alambradas que cierran la ruta a Peumayen. (Nana para un niño indígena)

"Tenemos una deuda muy grande con los pueblos originarios, por el exterminio y el genocidio que desde hace quinientos años vienen padeciendo; que hoy por hoy, en cierto modo, se prolonga cuando están sometidos al desplazamiento constante, cuando las hambrunas que se pegan a la población en general, en ellos son más extremas aún. Se les condena a la marginalidad, no se atienden sus necesidades. Y ocurre, además, que al hablar de una población indígena latinoamericana se piensa en México por aquello del Movimiento Zapatista, en la zona del Amazonas, del Altiplano, dejando de lado los originarios del extremo sur, mapuches, que andan intentando ser escuchados. Siempre he pensado que el reconocimiento de su lucha, es un avance en la porfía por la dignidad del género humano. Por la deuda, precisamente, que se tiene. Latinoamérica está viviendo eso percibo un proceso de búsqueda de identidad, en el que en un ejercicio de soberanía y de mirada hacia adentro surgen nuevos líderes, nuevas formas. Incluso el indigenismo se recupera como valor positivo, claro que para potenciar figuras políticas; no de forma real para potenciar estrategias que pongan en la agenda las necesidades y los problemas de los indígenas. Como digo, en esa búsqueda de identidad, Latinoamérica debe mirar hacia los pueblos aborígenes porque son la piedra angular. Dentro de ese crisol de culturas que es la región, la indígena es una referencia ineludible y básica. Entonces, lo que he escrito pretende ser un canto a la reivindicación del respeto de su cultura, de su identidad..."

"Sueños de un hombre despierto" contiene trece nuevas canciones. El video de la primera pista fue rodado en julio en un teatro antiguo del barrio de Palermo; Casandra vio a hombres y mujeres/ dormitando en sus burbujas/ tras las máscaras del miedo. Mas también vio la luz del alba/ asomar por la cancela que nadie jamás abrió. Supo que aún quedaban esperanzas,/ que otros sueños la esperaban... un nuevo territorio de búsqueda.

"Un reto que me persigue de manera un tanto obsesiva es no perder la permeabilidad, la atención. El título del disco refiere a los sueños y a la capacidad de soñar del humano, pero también a la necesidad de estar despierto que define al trovador, al cantautor; ese reto de no perder permeabilidad, de no perder contacto con la realidad. En un oficio como éste y tal y como funciona el mundo puede disiparse cuando se está permanentemente de paso, de un lado para otro."

"Vivimos inmersos en una espiral frenética que apenas deja tiempo para reparar en los detalles, en el prójimo. Vivimos desincronizados unos con otros, con el entorno, con el ambiente, con el medio natural en general. Entonces, sí hay un propósito de tratar de concordar, de encontrar las claves, de reparar en los detalles, de no perder la capacidad para emocionarse que finalmente determina al cantautor, también; a su tradición, si se quiere hacer la crónica desde el sentimiento, la emoción, de lo que nos toca vivir. Para sentirse vivo, hay que ser sensible ante lo que ocurre, tratar de romper la coraza y estar alerta, alerta."

También involucra deshacer la burbuja que se levanta alrededor del artista para protegerlo, ordenar sus horarios, coordinar giras y viajes, hacerlo rendir para que genere más dinero. Cuestiones que pueden

ser ventajosas, pero presionan...

"Sin duda. Pero se trata de asumir con naturalidad el momento que toca vivir. O sea, este debiera ser un trabajo más. Lo es, pero desde el privilegio que supone vivir de la música, las cosas como son. Poder hablar de sentimientos y emociones tiene un valor terapéutico. Este tipo de entrevistas (sonríe) también tiene ese componente, en algún aspecto. Se trata de ser natural ante el fracaso, el éxito."

"Esto es un trabajo más y hay que sobrellevarlo como quien se desempeña en otro ámbito, sin que eso suponga una presión, que como bien dices puede aislar, efectivamente, puede desordenar la balanza de prioridades en la vida; y seguir con ese empeño obsesivo del que hablábamos antes. Pero, esto de la promoción en cierto modo me es útil; por eso te decía que este tipo de entrevistas son terapéuticas porque me ayudan a indagar en cosas interesantes en las que no reparo. En un disco, por ejemplo, hay muchas cuestiones que se depositan de forma inconsciente, por eso me gusta hablar de él como algo conceptual; idea que se va perdiendo. Porque define un momento creativo, vital en la trayectoria de un artista puesto que de manera ni siquiera premeditada también hay un trabajo intencional depositas cosas en las que no reparas a posteriori. Charlando así, descubres otras aristas, lados que no habías considerado."

¿Se te ocurre pensar en que esta fuente de la que bebés para componer, puede agotarse?

Nunca he visto esa amenaza como algo cercano. Sí me he visto en situación de crisis, en la que no tanto se trataba de agotamiento de la fuente, sino personal. Hubo un momento en el que debí detenerme porque no sabía muy bien por qué cantaba; cuando me subía a un escenario, no sabía si respondía a una necesidad propia o a una exigencia externa. Y no hablo de la compañía de discos sino de la espiral en la que me habían sumido el trabajo, la rutina. Me detuve, pasé una crisis personal importante, pero también profesional porque pensé en por qué cojones me subo a cantar. Y finalmente, la música da la respuesta, me hizo recuperar el equilibrio, encontrar el por qué... Reordené mi lista de prioridades y en el escenario empecé a recuperar lo que para mí tenía de positivo cantar, saberme acompañado, encontrarle sentido a lo que hacía. Eso me preocupa más que perder la inspiración, algo que veo como fantasía lejana. Me perturba la pérdida de sentido y de valor terapéutico, ese que emociona al subir al escenario. Efectivamente buscaba una toma a tierra que me ayudara a no cortocircuitarmente. Y mi familia, mis amigos siempre lo han sido. Me empeño por valorar esas pequeñas cosas. Por eso te decía que hay que asumir naturalmente todo. La crisis de la que hablaba sirve para eso, para entender que hay que vivir, primero siendo muy consciente del privilegio en el que uno vive... Si yo pienso en la cantidad de chavales que están tocando en los cafés soñando la oportunidad de grabar un disco, de viajar como lo estoy haciendo, y de contar con el afecto de la gente... Pues, tienes que ser muy consciente de ese privilegio y del agradecimiento. Lo soy también del esfuerzo que ha supuesto construir toda una carrera...

Hace poco, Jairo me decía que, en realidad, era artista para que lo quieran...

Sí y quizá te lo haya yo dicho en otra oportunidad, creo que todo el que sube a un escenario, lo hace porque tiene un miedo patológico a la soledad, miedo a sentirse solo y de ahí, creo que viene la respuesta "quiero que me quieran". Realmente se dice que me aterroriza la idea de estar solo. Eso me invita a cantar, a subir a un escenario por la necesidad de sentirme acompañado. Es una búsqueda, un sentimiento de amor, de desamor, a veces de solidaridad, de esperanza. Yo creo que, fundamentalmente, eso es lo que mueve: la necesidad de ser parte de algo. En lo personal, no sé hacer casi nada solo. No puedo comer solo en casa, no sé ir al cine solo... a veces digo, joder, estaría bien convivir un poquito conmigo, sin nadie más y tal. Pero me cuesta. Y creo que es generalizada la necesidad de sentirse acompañado, que es lo mismo que decir: quiero que me quieran. En el fondo cantar es una llamada de auxilio, muchas veces, cuando se canta, para que salgan al encuentro de uno.

A comienzos de mayo Ismael Serrano cantó en un concierto en solidaridad con los trabajadores del hospital Severo Ochoa de Madrid y en defensa de la sanidad pública, del que formaron parte Joan Manuel Serrat, Ana Belén y Víctor Manuel, Miguel Ríos y Joaquín Sabina. En abril, una canción suya "A las madres de mayo" integró el disco "Reencuentros" que la Fundación Contamíname, Abuelas de Plaza de Mayo e HIJOS-Madrid editaron junto a un libro con relatos que reflexionan y dan a conocer el horroroso fenómeno de la desaparición de niños y niñas durante la dictadura militar '76-'83. En esta propuesta están también Jorge Drexler, Pedro Guerra, Kevin Johanssen, Los Pericos, Bersuit Vergarabat, Me darás mil hijos, León Greco y Raly Barrionuevo, incluye textos de Eduardo Galeano, Benjamín Prado, Carlos Castresana y Victoria Ginzberg...

El primero de octubre Ismael registró su intervención en el álbum doble homenaje a Noel Nicola, fallecido en agosto del 2005, compositor e intérprete co-fundador del movimiento Nueva Trova Cubana junto a Pablo Milanés y Silvio Rodríguez, con quienes compartió el primer recital público en Casa de las Américas. Además de los citados, participan los cubanos Chucho Valdés, Omara Portuondo, Juan Formell y los Van Van, los españoles Luis Eduardo Aute, Víctor Manuel, el uruguayo Daniel Viglietti y nuestro Víctor Heredia.

"Si hay algo que he valorado de los músicos, es que me han acompañado. Más aún en tiempos y hablo en lo colectivo, en lo social en los que nos sentimos profundamente solos, no tenemos capacidad para poner en común ciertas cosas. Desde el punto de vista político, vivimos con el desencanto, con cuestionamientos, con una disidencia y también con esperanzas. Y creemos estar solos en ello, que somos muy pocos. Si hiciéramos una apuesta común, real, si este modelo de sociedad nos permitiera hacerlo, veríamos que somos unos cuantos. Quizá la música tiene ese valor de apuesta compartida, es un lugar de encuentro donde se sincronizan almas en torno a un sentimiento, a una emoción. Es muy ambicioso componer con el fin de remover conciencias: se trata de generar espacios de reunión entre gente que comparte una visión del mundo, preguntas, no sé si respuestas. Eso no es poco en una sociedad tan atomizada".

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