BRASILIA (Télam). El presidente Luiz Inácio Lula da Silva rechazó ayer, día en que cumplió 62 años, la posibilidad de un tercer mandato presidencial, apoyada por aliados políticos y la conducción del Partido de los Trabajadores.
Lula reiteró que es "favorable" a la alternancia del poder y consideró "un atraso" seguir discutiendo la sucesión en el 2010, cuando concluirá su segundo mandato al frente de la República, según declaraciones difundidas por las agencias Ansa y DPA.
"Ese asunto de considerar que hay personas imprescindibles, insustituibles, no existe en la política. Está lleno de brasileños y brasileñas en condiciones de gobernar el país y por eso deben tener su oportunidad", destacó Lula da Silva al término de una fiesta de cumpleaños que le ofrecieron militantes del PT en Brasilia.
El movimiento por el tercer mandato de Lula es liderado por los diputados Devanir Ribeiro, del PT paulista, y Carlos Willian, del Partido Laborista Cristiano (aliado del gobierno), quienes auspician la realización de un plebiscito sobre la cuestión, junto con las elecciones municipales el próximo año.
En vistas a esa iniciativa, el presidente del Superior Electoral brasileño, Marco Aurélio Melo, calificó como "una blasfemia" la posibilidad de un tercer mandato presidencial de Luiz Lula da Silva.
"El pueblo puede rasgar la Constitución, pero para hacer eso es indispensable una revolución. Y creo que en el nivel de nuestra democracia, no se puede pensar en una revolución", dijo el magistrado.
"Yo creo que un plebiscito en ese sentido es como una blasfemia contra la Constitución. El pueblo debe someterse a la Constitución, y ella no habla de un tercer mandato. Un tercer mandato no sería bueno para Brasil, ni para Lula", destacó Melo cuando se le preguntó sobre esa posibilidad.