ROCA (AR).- A pesar de la postergación y la crítica situación que atraviesan las escuelas técnicas, chicos del CEM 66 de Allen, construyeron con más ingenio que recursos, un brazo robótico con el cual obtuvieron el primer puesto en las undécimas Olimpíadas Nacionales de Electrónica y Telecomunicaciones, en Córdoba. Un equipo, integrado por tres alumnos del mencionado establecimiento, ganó recientemente una medalla de oro y un diploma en la Feria de Ciencias del citado certamen, que se realizó el 18 y 19 de este mes.

Un motor de videocasetera, una miniaturización de una retroexcavadora, fabricada por ellos mismos y una jeringa como amortiguador, son algunos de los insólitos componentes de diseño propio, utilizados para crear el "brazo robótico para manipulación de sustancias peligrosas", tal como lo denominaron sus hacedores. Tuvieron que utilizar esos instrumentos por el nulo apoyo recibido por parte del Estado.

Federico Paponi, Richard Ferrada y Gabriel Moñi, asisten a quinto año y son quienes demostraron que, ante la falta de materiales y equipamiento, quedan la imaginación y la inteligencia como recursos insustituibles, al servicio de la creatividad y el aprendizaje.

"Todo surgió como un proyecto extraescolar, nos reuníamos fuera del horario de clases y muchos nos decían que estábamos locos porque llegamos a juntarnos los sábados a las siete de la mañana y los domingos", contó Federico. "No hacíamos otra cosa que trabajar en esto", agregó con orgullo su compañero Gabriel.

Daniel Rabinovich, docente a cargo del área de Electrónica, manifestó su satisfacción por el esfuerzo y la perseverancia que los jóvenes dedicaron al proyecto, que resultó ser un valioso representante del conocimiento técnico en Río Negro.

La iniciativa surgió en el 2006, cuando los estudiantes participaron en el torneo de resolución de problemas, del mismo concurso. En la oportunidad, pudieron conocer trabajos de otras instituciones del país y "fue así que se entusiasmaron y a partir de diciembre empezaron a materializar su propia idea, con la meta de participar en la feria de este año", narró el profesor.

Durante casi un año se dedicaron a transformar el brazo, que comenzó siendo un boceto, luego se transformó en un ejemplar de plástico y se convirtió finalmente en el dispositivo de accionamiento eléctrico, que fue exhibido y galardonado en la competencia de la cual participaron 27 escuelas de todo el país.

La distinción recibida los motivó a continuar en el mejoramiento del prototipo que inventaron, lo cual demuestra que cuando se les ofrecen oportunidades para desarrollarse en su especialidad, el entusiasmo es inagotable.

Ahora, computarizado

"El año que viene nos volveremos a presentar porque nos pidieron que lo programemos con un sistema de computación", explicó Richard.

"Pensamos convertirlo en una máquina automática, ya que ahora funciona con un comando manual y está compuesto por muchas plaquetas, además queremos adaptarlo a nuevas funciones", agregó.

Sin embargo, resulta ineludible aclarar que "esto fue posible gracias al apoyo de numerosas entidades de Allen, la municipalidad de Fernández Oro y una empresa privada de comunicaciones de Cipolletti, que brindaron apoyo económico para la concreción del proyecto", sostuvo Rabinovich. "De la misma forma solventamos el viaje, para el cual tampoco recibimos ni un centavo por parte del Consejo Provincial de Educación", lamentó.

No obstante, el docente remarcó que lo más positivo de la actividad es que permitió el intercambio de experiencias con miembros de otros establecimientos y despertó en los alumnos que no viajaron, el interés de generar nuevas propuestas para el año próximo. "Estamos muy contentos con todo lo que se logró, por la motivación que dejó para trabajar a futuro", resaltó.