ROCA (AR).- La crítica situación que actualmente atraviesa el PAMI en la provincia parece no presentar visos de solución y, muy por el contrario, suma diariamente un nuevo dilema que en definitiva termina perjudicando a sus afiliados.

La mala atención que sufren los abuelos, originada en el exiguo personal con el que cuenta la obra social, motivó ayer a la Federación de Jubilados a tomar las instalaciones de la delegación local. A ello se le suma el hecho de que la Federación de Clínicas de Río Negro esperará hasta hoy alguna respuesta con respecto a una gruesa suma que se le adeuda que, en caso de no ser favorable, daría lugar al corte de las prestaciones.

Cansados de no recibir respuestas por parte de la administración central, la Federación tomó ayer durante una hora, entre las 11 y las 12, la delegación roquense para exigir medidas que apunten a mejorar el servicio que recibe el afiliado. La medida fue apoyada por los empleados de la repartición, nucleados en ATE, quienes reconocieron que están saturados y que la falta de personal es "grave, porque no sólo afecta la calidad de la atención, sino que impide auditar y controlar el dinero que el PAMI paga mensualmente a sus prestadores".

Burocracia para las tramitaciones, falta de personal en las oficinas, atraso en las afiliaciones, permanente pago de plus, atraso en los medicamentos sin cargo y en los reintegros, son algunos de los múltiples inconvenientes que llevaron a la Federación a impulsar estas medidas. "Lo más grave es la atención al público. Aquí la gente viene porque está muy enferma y no puede estar esperando dos y hasta tres horas para que se la atienda. Hay una falta de respeto total al jubilado", explicó Isabel Raimondo, miembro de la organización.

Además de la toma pacífica, que se irá incrementando en tiempo conforme no haya una respuesta de la administración nacional, se suspendieron también todas las actividades que la Federación había planificado con la obra social para noviembre.

La manifestación de los jubilados no es el único problema que enfrenta en estos días el PAMI. La Federación de Clínicas espera hasta hoy alguna respuesta respecto de la deuda que mantiene la entidad y que podría derivar en medidas que afectan directamente al afiliado.