La alianza PRO dio ayer nuevos pasos en dirección a la profundización de una crisis en la que los dirigentes de los partidos de Mauricio

Macri y Ricardo López Murphy ya no ocultan los gestos de irritación y hoy cerrarán la campaña de la coalición con actos por separado.

El candidato de Recrear, López Murphy, admitió que "hace varias semanas" que no habla con su socio en la coalición, Macri, y afirmó que habrá clausuras de campaña paralelos "por las contradicciones que tenemos en la provincia de Buenos Aires".

El ex ministro radical dijo que no llegó a un acuerdo con el macrismo porque "nosotros enfrentamos al candidato que defendió el presidente" y luego agregó con una sonrisa irónica: "Por el único que el presidente pidió por favor que lo dejaran competir fue por (el candidato de Unión-PRO, Francisco) De Narváez".

López Murphy negó que sus ex aliados bonaerenses propongan votar a la candidata oficialista, Cristina Fernández de Kirchner: "Yo digo que el voto en blanco en la provincia de Buenos Aires es un voto por Cristina", alusión a la publicidad de Unión-PRO que difunde la imagen de una tijera para cortar las boletas.