Miércoles 24 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 02 y 03 > Nacionales
Fue "imprudente y negligente" a la hora de evitar los crímenes

El juez federal Claudio Bonadío afirmó que el ex presidente Fernando de la Rúa mostró una conducta "imprudente y negligente" para evitar los crímenes del día de su renuncia y luego pretendió evadir su culpa con una "pretendida ignorancia o desinformación".

Al procesar al ex presidente por cinco homicidios culposos, Bonadío no dio credibilidad a los dichos del ex presidente, en cuanto a su "desconocimiento" y descartó que no haya escuchado detonaciones originadas en Plaza de Mayo desde sus oficinas en Casa de Gobierno, según la extensa resolución a la que accedió Télam.

"Hablar de algún tipo de desconocimiento de la situación que se estaba atravesando no se corresponde con la verdad".

Además, el juez descartó que ningún asesor lo haya informado de los sucesos, incluida "la propia familia, que es de público y notorio que tenían determinados roles de asesoramiento y gestión".

"Es imposible creer que ninguno de estos funcionarios, asesores, correligionarios, amigos o familiares, accediera a su presencia de manera personal o por cualquier otro medio, entre las 10 y las 17 o 18 horas" de ese día para dar "noticias de la gravedad de los acontecimientos".

Bonadío encontró imposible que nada haya motivado a De La Rúa a "encender un televisor o una radio o más no sea asomarse a alguna ventana y ver en panorama que acontecía en el 'jardín de su propia casa'".

Por ello concluyó que incurrió "en una violación activa de las normas de cautela, de una diligente atención al actuar y al controlar las consecuencias de sus acciones".

El juez consideró además que "no existen muchas dudas para sostener que Fernando de la Rúa conocía el desarrollo de los acontecimientos" y no puso "un límite al desborde represivo"."Una vez ocurridos los hechos buscó a partir de una pretendida ignorancia o desinformación evadir las responsabilidades propias de su función, en un intento de morigerar su situación procesal", agregó Bonadío. De la Rúa "faltó a su deber de cuidado, al no controlar los sucesos que se desencadenaron después que firmara el decreto por el cual estableció el estado de sitio". "Esa falta de control derivó en la muerte de cinco personas y lesiones de otras", puntualizó.

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