Miércoles 24 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 24 y 25 > Internacionales
Irak actúa contra separatistas kurdos tras presión de Turquía
El primer ministro Al Maliki ordenó cerrar sedes del PKK. Intenta impedir una acción armada turca en su territorio.

BAGDAD/LONDRES/ANKARA (DPA) - El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, dispuso ayer el cierre de todas las oficinas del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el país. Tras reunirse en Bagdad con el ministro de Relaciones Exteriores turco, Ali Babacan, Al Maliki dijo que el PKK "es una organización terrorista" cuyas actividades en territorio iraquí deben concluir. Sin embargo , el jefe de gobierno iraquí no indicó qué ocurrirá concretamente con los campamentos del PKK en el norte del país.

Esa zona desde la que opera el PKK no es controlada por tropas gubernamentales sino por los "peshmergas", que sólo se sienten comprometidos con las órdenes de la administración autónoma kurda iraquí bajo la presidencia de Masud Barzani.

Previamente en Londres, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, había instado con insistencia al gobierno iraquí a poner coto a las actividades del PKK en el norte.

Así le concedió al país vecino una chance de solución pacífica antes de una posible ofensiva militar contra campamentos de los rebeldes kurdos.

En caso contrario, el mandato impartido por el Parlamento turco para una acción militar en el norte de Irak podrá ser "ejercido en cualquier momento", señaló el jefe de gobierno turco.

Después de que en las últimas semanas el PKK matara a decenas de soldados turcos en los territorios fronterizos, Ankara amenazó con emprender una ofensiva militar contra filas del PKK en el norte de Irak.

Erdogan destacó que cualquier acción militar turca sólo tendría como objetivo a los rebeldes separatistas. Preguntado por la paciencia que tendrá Turquía en la búsqueda de una solución, Erdogan dijo que el país "no puede esperar para siempre, así que tendremos que tomar nuestras decisiones, nuestras propias decisiones". Previamente y durante su estadía en Londres, Erdogan se reunió con el premier británico, Gordon Brown, quien ofreció a Turquía su apoyo total en los esfuerzos para erradicar el terrorismo del PKK.

Tanto Estados Unidos como Gran Bretaña instaron a la cúpula iraquí a dar pasos de inmediato para restringir los ataques de los insurgentes.

Brown añadió que Gran Bretaña sigue trabajando por una solución diplomática, pero "condena inequívocamente" las acciones del PKK. También dejó claro que el gobierno iraquí tiene un papel que desempeñar en la creciente violencia del grupo kurdo en la región fronteriza. El premier apostó porque Turquía sea apoyada internacionalmente "en estas circunstancias difíciles". Gran Bretaña declaró al PKK organización prohibida y se asegurará de que las actividades de todos los grupos afiliados serán también proscritas.

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