SAN ANTONIO OESTE (ASA).- Un nuevo hecho violento se produjo en las rutas cercanas a la ciudad. Esta vez, un comerciante que transitaba en soledad a 65 kilómetros al norte de esta localidad proveniente de el Valle Medio, fue interceptado el lunes por la tarde por tres sujetos que se trasladaban en un vehículo oscuro con vidrios polarizados, quienes a punta de arma de fuego lo obligaron a detenerse y le sustrajeron una suma importante del dinero que llevaba consigo, fruto de recientes ventas.

Jorge Alberto Silberberg, de 43 años, jamás se imaginó que su viaje de negocios iba a terminar de la manera que terminó. El lunes a la noche llegó a la ciudad con las muñecas ensangrentadas y en completo estado de shock. Había vivido horas difíciles, maniatado con precintos, en medio del campo, en un sector que se ubica entre la salina del Gualicho y el paraje El Solito.

Esa tarde, pasadas las 17.30, circulaba en su Toyota Hilux por esa zona en dirección a esta localidad, en la que reside, cuando a la vera de la ruta divisó un automóvil moderno importado, oscuro y con vidrios polarizados. Pasó lento para observar si había dificultades pero no notó nada extraño.

Minutos después, el mismo automóvil se le puso a la par y desde una de las ventanillas le apuntaron con un arma de grueso calibre y lo obligaron a parar. Acompañado por uno de los delincuentes encapuchado caminó más de 150 metros campo adentro y allí fue dejado atado. Mientras, los dos restantes, revisaron todo el vehículo y se llevaron cinco mil pesos y tres matafuegos, que formaban parte de la mercadería que Silberberg comercializa en la región.

Pasó varias horas en el lugar hasta que pudo cortar los precintos y liberarse. Recorrió los kilómetros que lo separaban de la ciudad y cerca de las 23 radicó la denuncia.

Ayer, efectivos policiales y el fiscal en comisaría Favio Corvalán rastrillaron el lugar del hecho para intentar hallar pistas que conduzcan a los malvivientes.

Entre los investigadores existe preocupación ya que, según el testimonio de la víctima, los sujetos que lo abordaron llevaban una pistola 9 milímetros, un FAL y una ametralladora PA3, todas armas de grueso calibre utilizadas por fuerzas de seguridad.

Además, el malestar está dado en que es el tercer hecho que ocurre en las rutas de la zona.

El primero fue el que tuvo como víctima a un chofer de camión que llevaba cigarrillos y de cuya caja fueron sustraídas más de 400 cajas valuadas en medio millón de pesos. En ese caso, se investiga un presunto autorrobo.

Luego otro camión cargado de celulares fue desvalijado por delincuentes fuertemente armados y también existen datos bastante confusos.