Lo de ellos nunca fue el bajo perfil. Ni cuando anunciaron que se casaban, ni ayer, cuando Adelfa Volpes, la anciana de 82 años que se casó con un joven 58 años menor que ella, murió finalmente en la clínica que estaba internada, en Santa Fe.

Con destino de titulares más bien burlones y mucha cámara -quizás más de la que se esperaba la mujer-, la historia de amor entre la anciana y el joven de 24, Reynaldo Waveqche, siempre pareció armado a la medida de los programas de chimentos y revistas del corazón.

De hecho, viajaron de luna de miel a Brasil, invitados por un canal de televisión, a cambio de una serie de entrevistas. Y ahora se preparaban para ir a España, "el viaje que Adelfa soñó hacer toda su vida", también invitados por un canal para que contaran en vivo y en directo esta supuesta historia de amor.

Lo cierto es que Adelfa Volpes murió tras permanecer varios días internada a causa de una insuficiencia cardíaca y una afección pulmonar. Volpes falleció minutos antes de la medianoche del domingo en el sanatorio San Jerónimo, de la ciudad de Santa Fe, donde había sido internada pocos días atrás.

Sus problemas de salud comenzaron poco después de regresar de la luna de miel. La mujer se realizó un control en el sanatorio y el cardiólogo

que la examinó dispuso que permaneciera internada por dos días. Pero cuando aparentemente estaba por recibir el alta médica, la anciana sufrió una descompensación por una afección pulmonar. El médico neurólogo que la asistió había adelantado el fin de semana que el estado de la anciana era muy crítico.

El matrimonio de la anciana y su joven pareja generó interés en los medios locales, nacionales y extranjeros, principalmente de Uruguay, Brasil, Chile y España, que cubrieron toda la información periodística relativa al casamiento en Santa Fe.

Volpes y Waveqche se habían casado el 28 de setiembre pasado en un registro civil y luego fueron a la Basílica Guadalupe a recibir una bendición especial.

La mujer conocía a su joven pareja desde niño porque era hijo de una amiga suya y lo invitó a vivir a su casa luego de que falleciera la madre del muchacho. Años después comenzó el noviazgo, que duró 6 años hasta que decidieron formalizar la relación.

Y según sus amigas, la mujer jamás se arrepintió: "Estaba muy contenta con todo lo que había pasado en su vida y lo disfrutó mucho. Se maravilló con cada cosa que vivió en estos últimos 28 días, desde que contrajo matrimonio".