Martes 23 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 26 y 27 > Internacionales
Turquía amenaza y los kurdos piden una tregua
El gobierno turco atacaría a los rebeldes en Irak. Separatistas condicionan un freno de la violencia.

ANKARA.- Turquía parecía dispuesta ayer a asumir las consecuencias de una operación militar en el norte de Irak para eliminar las bases de los rebeldes kurdos que, por su parte, ofrecieron un alto el fuego condicional.

"Estamos dispuestos a mantener un alto el fuego si el ejército turco deja de atacar nuestras posiciones, abandona sus proyectos de incursión y se compromete con la paz", dijo el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, separatistas kurdos) en una declaración publicada en su sitio internet.

Poco antes, el presidente de Irak, Yalal Talabani, declaró en Suleimaniya que esperaba que el PKK declarase un alto el fuego unilateral antes del final de la jornada.

Mientras tanto, el ejército de Ankara confirmó la desaparición de ocho de sus soldados, al día siguiente de una emboscada en la que murieron otros 12 militares cerca de la frontera con Irak, concretamente en la provincia de Hakkari. "A pesar de nuestras investigaciones, no se ha podido establecer ningún contacto con los ocho soldados", subrayó el Estado Mayor turco.

El PKK afirmó a través de la agencia prokurda Firat haber capturado vivos a ocho soldados. La agencia divulgó ayer la identidad de los ocho. Bahoz Erdal, un comandante del PKK, aseguró que los soldados "se entregaron" a sus hombres y que se encuentran en buen estado de salud.

Unos 200 insurgentes que se infiltraron desde el territorio iraquí fueron los protagonistas del ataque contra una patrulla turca que se saldó con la muerte de los 12 soldados y de 34 rebeldes, según un nuevo balance del ejército turco. El anterior balance era de 32 rebeldes muertos.

El incidente bélico provocó manifestaciones de cólera en varias ciudades turcas. El presidente Abdullah Gül debía recibir ayer al conjunto de las fuerzas políticas para reunir el consenso político necesario en caso de una operación militar.

Desde Kuwait, el ministro turco de Relaciones Exteriores, Ali Babacan, declaró ayer que su país intentará resolver por vía diplomática el problema de los separatistas kurdos en el norte de Irak, antes de enviar tropas a la zona. No obstante, el canciller advirtió que las autoridades turcas podrían verse "obligadas" a emplear "otros medios" si no se alcanza un resultado.

Babacan llegará a Bagdad hoy para llevar a cabo negociaciones sobre la cuestión de las bases rebeldes de los separatistas kurdos en el norte de Irak.

En este contexto, el presidente estadounidense, George W.Bush, se comprometió durante una conversación telefónica con Gül a "cooperar con Turquía y con Irak para combatir a los terroristas del PKK que operan desde el norte de Irak", anunció un portavoz de la Casa Blanca, Gordon Johndroe. La nueva escalada de violencia se produjo cuatro días después de la luz verde que dio el Parlamento turco para atacar las bases de los rebeldes en el norte de Irak. La violencia atribuida al PKK ha acabado con la vida de 114 soldados turcos desde principios de año. Esa guerrilla es considerada una organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea.

Estados Unidos teme que una intervención turca contra el PKK en el norte de Irak desestabilice la región controlada por sus aliados kurdos iraquíes.

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