Martes 23 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 41 > Deportes
RIO SUELTO: Las leccionesdel rugby

Alma de amateur, amor a la camiseta, respeto a la autoridad, espíritu colectivo, solidaridad... El ingenio publicitario, como siempre cada vez que ocurre un Mundial de lo que sea, sabe qué fibra tocar. Y (casi) nunca se equivoca.

Pero a la publicidad le interesa antes que nada vender jugos, autos, tarjetas de crédito, camisetas y cervezas, antes con Messi y ahora con Pichot y Juan Martín Hernández.

Aún así, aquellos valores pudieron verse en cada partido de Los Pumas y fueron una buena lección deportiva para todos. ¿Lo fue también para el fútbol?

Al margen del siempre exagerado discurso publicitario, el rugby puso en evidencia la decadencia del fútbol y la grave crisis de sus valores, que en su origen no son tan distintos unos de otros.

Sin dudas que cierto espíritu amateur aún permanece en el rugby. De hecho, en el país sigue siéndolo y en el mundo dejó de serlo hace menos de 20 años. Por eso es un error compararlo con el fútbol y sus 77 años de profesionalismo en Argentina.

El rugby es lo que vimos durante el Mundial, en parte por aquellos valores tan bien vendidos por las agencias de publicidad, en parte por un reglamento dinámico que castiga la inconducta y se modifica a la búsqueda de un juego más limpio y más justo.

En es sentido, la tecnología le ha sido de gran ayuda: nadie gana con un try que no fue. En cambio su incorporación no quita el factor humano, ese argumento tan sospechoso que el fútbol siempre utiliza para negarse a la tevé como soporte.

A la sombra de árbitros incapaces, reglamentos envejecidos y dirigentes sumisos al poder de Don Julio, el fútbol es cada vez más un espectáculo insoportable, con jugadores desleales que simulan agresiones, agreden y esconden la mano, maltrato policial y tribunas violentas. Se puede jugar de otra manera ¿no Pumas?

 

JUAN MOCCIARO

jmocciaro@rionegro.com.ar

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