BUENOS AIRES, (Télam).- El libro "Todas las persianas bajas, menos una", reúne doce cuentos de la periodista Gabriela Mayer, que tienen en común un escenario urbano, donde los personajes deambulan insatisfechos y a la búsqueda de algo que de un giro a sus vidas.

"Me llama mucho la atención el tema de lo urbano, algunos conflictos sociales, también la transformación de la ciudad, los territorios", mencionó la autora en diálogo con Télam.

Para Mayer, periodista cultural de la agencia informativa alemana DPA, "la idea general era jugar con lo familiar de cualquier situación cotidiana que de golpe nos puede deparar sorpresas".

Hasta el título del libro, recién publicado por Ediciones Al Margen, "dice que uno está mirando el mundo a través de persianas, aunque esto implica que alguien te puede estar mirando desde ellas. Y esta imagen se vincula con algo inquietante", dice la periodista y escritora.

Refiriéndose a su narrativa, Mayer contó que el primer cuento surgió después de leer una noticia de un lustrabotas chileno que quería entrar en el registro de los Guiness, para lo cual se iba a instalar delante del Palacio de la Moneda a lustrar zapatos durante 24 horas seguidas.

"Era una anécdota real, me impactó la noticia, como la gente se desespera por un minuto de fama. Y a veces el simple hecho de transitar por la vida mirando te acerca a estas situaciones: se trata de tomarlas y de bajarlas al papel", apuntó.

Otro cuento del libro -que fue presentado año en el Bar Tuñon por Mario Globoff y la lectura de Tom Lupo- gira alrededor de un supermercado: "viví dos meses en Moreno (provincia de Buenos Aires) donde había un 'hiper', fui un montón de veces y me impresionó mucho la supremacía que tienen en esas zonas".

"A 20 cuadras a la redonda no se encuentra un negocio porque el hipermercado arrasó con todo, es una referencia geográfica en el barrio. No hay otra posibilidad. Y me quedé pensando estando ahí cuanto tiempo uno podría pasarse encerrado, y bueno ese es el origen de otro cuento", sintetizó Mayer.

Ese escenario y otros tomados de la vida real, son los elegidos para estas historias, protagonizadas por personajes que deambulan con su insatisfacción a cuestas: una solterona al mando de un guardarropa, mujeres que cumplen misiones secretas en oficinas públicas, u hombres que pasan la noche en un camión hundido en el agua.

Autora de "Los signos transparentes", un libro de cuentos que salió publicado en 2003, Mayer encuentra un complemento entre el periodismo y la ficción.

"Necesito a veces aflojar la imaginación y dejar de comprobar fuentes para imaginarme cosas. Es bueno a verse pasarse el día entero pensando en un personaje y no en una noticia. Poner la energía en el tema creativo y no tanto en lo fáctico, que no te deja espacio para volar demasiado", dijo Mayer, que pasa de un registro a otro.