SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Luego de que ordenara la realización de dos allanamientos y demorara a una mujer de 45 como presunta encubridora de la tentativa de robo contra el banco de Galicia, el juez Martín Lozada dejó sin efecto el seguimiento de esa pista, que nació de una broma.

El mensaje que recibió el propietario del local desde donde practicaron el boquete motivó los procedimientos fallidos y el secuestro de un celular, pero luego se aclaró que todo había sido un malentendido y la investigación volvió a la etapa inicial.

A la 1.30 del martes pasado, un equipo de boqueteros debió abandonar su proyecto de robo al banco cuando se activó la alarma que comunica a la entidad con la comisaría Segunda. Acababan de realizar un pequeño orificio en el piso del banco, cerca de donde está ubicado el tesoro, pero no llegaron a poner un pie en el local porque luego de apagar la alarma la policía estableció una guardia en el lugar.

Recién a las 9 advirtieron que habían frustrado un robo, al comprobar que el hueco en el piso comunicaba con un túnel de 60 por 70 centímetros y ocho metros de largo, con dos derivaciones, que nacía en el sótano de un local desocupado de una galería aledaña al banco. Ahora se sabe que los boqueteros alquilaron el local, pero de manera informal: le entregaron al propietario un anticipo para tomar posesión, pero le aclararon que el contrato lo firmaría en los próximos días una persona que debía llegar desde Buenos Aires.

Un amigo íntimo del propietario, con el teléfono que estaba a nombre de su hermana, le envió un mensaje donde le reclamaba la devolución del dinero porque no habían podido completar el trabajo.
El mensaje fue recibido con preocupación por el hombre, que entregó su teléfono a la policía, rastrearon el mensaje y llegaron a la casa de la titular del celular del que había partido la llamada.