Recta final para el Apertura. Sólo cinco capítulos para un desenlace que puede ser único en la era del profesionalismo. Es que al menos en este torneo, los chicos no quieren ser más parte del elenco de reparto sino que buscan ser protagonistas de una historia grande que sueñan con interpretar.
El líder Lanús (27 puntos) y uno de los escoltas, Tigre (25), nunca fueron campeones en Primera División. El brillo de los jugadores que componen sus planteles no encandila como las estrellas de los equipos 'grandes', pero ahí están, a cinco escalones de la cumbre más gloriosa de sus existencias.
Cómo será de relevante el momento que viven el 'Granate y el 'Matador' que cuando se reanude el certamen, después de las elecciones presidenciales, el primer fin de semana de noviembre, el duelo entre ambos será el más atractivo de la 15ª jornada del Apertura (ver infograma). Un dato inédito e impensado para el irregular fútbol nuestro de cada día.
"Estamos dos puntos arriba y es lógico que la gente se entusiasme, pero lo concreto es que acá el que gana un par de partidos seguidos sube a una buena ubicación, pero en cuanto pierde la misma cantidad se aleja muchísimo", describió ayer el entrenador del 'Granate' Ramón Cabrero, que en estos días deberá soportar, quizá como nunca, el acoso de la prensa.
La discontinua performance de los equipos 'grandes' ha colaborado para que los 'humildes' estén entreverados en sitios poco usuales en la tabla de posiciones. Lanús y Tigre, no sólo ganaron sus compromisos ante San Martín de San Juan y Arsenal, sino que además resignaron puntos los dos 'peso pesados' que ocupan posiciones de privilegio en la tabla: Independiente y Boca.
El 'Rojo' de Pedro Troglio perdió dos encuentros de manera consecutiva (ante Newell's y San Lorenzo) y acumuló su quinta derrota en el torneo. Si Independiente finalmente se consagra, será el equipo campeón con más derrotas en torneos cortos.
El caso del 'xeneize' es parecido. No sólo cayó el superclásico con River, sino que además no se pudo hacer fuerte en La Bombonera ante un Estudiantes (1-1) que es apenas una versión light de aquel que se consagró campeón hace poco menos de un año.
Por estas horas, una de las excepciones en cuanto a equipos grandes se refiere se llama River. Aprovechando el envión que significó el triunfo sobre Boca, Daniel Passarella, después de tanto probar, parece haber encontrado el equipo. Claro que la resurección se presentó un poco tarde (está a cinco puntos del líder con 15 por jugar) ya que el margen de recuperación es menor.
San Lorenzo aparece como el candidato que tendrá menos enfrentamientos con rivales que pueden aspirar al título en las cinco fechas finales del certamen. El elenco de Ramón Díaz no se medirá con rivales directos en la lucha por obtener el bicampeonato, pero las dificultades aparecen cuando se repara en que tiene por encima en la tabla nada menos que a 7 equipos.
Hasta que la pelota vuelva a rodar, todos hablaran de Lanús y Tigre. Dos chicos que ya se prueban los pantalones largos.
