Lunes 22 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 28 > Cultura y Espectaculos
EN CLAVE DE Y: ¿Cómo somos?

Somos como el general José de San Martín. También somos como el doctor René Favaloro, el deportista Juan Manuel Fangio, el guerrillero Ernesto "Che" Guevara, el polifacético Roberto "Negro" Fontanarrosa y para ponerle el toque femenino -sin acercase ni por asomo a la ley de cupos-, somos como Eva Perón. ¿Qué le parece?

Estos fueron los ciudadanos más votados en el programa "El gen argentino", que emitió hace poco Telefé. San Martín es quien le ganó en la final a Favaloro. Ahora bien, si estos son nuestros modelos y acaso, la gente con la que nos identificamos, ¿por qué no somos el mejor país del mundo, el más solidario, el más austero, el más inteligente, el más honesto, el más...?

"Miremos este espejo bruñido y reluciente / sin el engrupe falso de una mentira más / y vamos a encontrarnos con toda nuestra gente / mirándonos por dentro sin ropa y sin disfraz. / Con toda nuestra carga pesada de problemas/ hagamos un teorema de nuestra realidad / Juguemos todo el vento, la torre y el alfil /en este escrachamiento de frente y de perfil".

Tenemos los mayores índices de accidentes de tránsito por responsabilidad humana. Reconocemos que apenas podemos hacer el heroico esfuerzo de ser honestos cuando a nuestro alrededor fluyen los negociados, porque la denuncia nos puede costar el trabajo... o la vida. Ya nos resulta familiar referirnos a la mafia de la policía, la mafia de los políticos, la mafia de los taxis, la mafia de la droga... Consumimos a lo loco, pero la brecha entre los más ricos y los más pobres se agranda. El maltrato a mujeres, niños y ancianos ha crecido exponencialmente.

De acuerdo; el programa, por otro lado un importante aporte a utilizar los formatos de otros bodrios, abordó la historia, el deporte, la cultura, de un modo atractivo y polémico por momentos. Y si, como dijo su instrumentador en nuestro país, el historiador Felipe Pigna, más allá de los resultados, promovió el debate sobre gente y contextos que no estamos habituados a ver, entonces ha valido la pena.

No resisto la tentación de compartir con usted este cierto tufillo a hipocresía en quienes eligieron a tal o cual de modelo argentino.

Cierto es que partían de un listado previo, amplio y con posibilidades de enriquecerlo, lo cual no quita que muchísima gente se identifica con dechados de virtudes que poco tienen que ver con nuestra cotidiana realidad.

Y me corre un escalofrío cuando compruebo que un finalista eligió el exilio -esa particular forma de morir- y el otro se mató.

"Cómo somos: sensibleros, bonachones, compradores de ilusiones por creer en el amor / con tendencia al melodrama y enredándose en la trama por vivir en la ficción.../ Nos gusta hacer las leyes, después crear la trampa / tirando por la rampa las tandas a rendir /Gritar a voz en cuello y protestar bajito / prefabricando mitos para poder vivir. Nos gusta sobre todo comer a dos carrillos / rociando con tintillo la gris preocupación / y así mancomunados hacemos con unción / el culto más sagrado a la manducación".

Curiosamente, el austero general, el del gen argentino del programa, tiene una máxima que sabemos de memoria: "Serás lo que debas ser o si no, no serás nada". Y la lúcida Eladia Blázquez -que apareció lejos, muy lejos de los elegidos- remata en este tango del gen argentino real: "Vamos, aprendamos pronto el tomo / de asumirnos como somos / o no somos nunca más".

Ni que se hubieran puesto de acuerdo.

 

MARIA EMILIA SALTO

bebasalto@hotmail.com

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