SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La bodega mendocina Weinert presentó en sociedad sus vinos elaborados en la zona de El Hoyo, Chubut, por su empresa "Patagonia Wines". De esta manera, la "bodega más austral del mundo", descorchó un merlot cosecha 2006, con lo cual dio formal inicio a su actividad comercial. El emprendimiento del Valle del Pirque, de 23 hectáreas, comenzó en 1997 y en una década logro su primer cosecha de vinos premium.
La presentación fue en "Boliche Viejo", un centenario bar emplazado en la desembocadura del río Limay. Ante un público integrado por chefs, restauranteurs y someliers, el gerente de la bodega, Darío González Maldonado, explicó que el flamante producto se envasó en tres mil botellas, 2.576 de las cuáles fueron puestas a la venta.
Weinert desembarcó en la Patagonia hace una década. La idea nació durante una excursión de pesca en la región de Washington, Estados Unidos, donde don Bernardo Weinert constató las similitudes geográficas con la Patagonia. "Si aquí hay buenos viñedos, también puede haberlos en el sur", estimó. En 1998 trajo varias plantas de uvas a la zona de El Bolsón y las plantó en cinco lugares diferentes, con el asesoramiento del INTA. De las doce variedades de uvas que trajo, cinco prendieron con óptimos resultados. Luego adquirió una propiedad en El Hoyo, donde a fines de 1999 plantó el merlot que actualmente es comercializado. También plantó pinot noir, chardonay, riesling y sauvignon blanc, entre otras variedades. El actual merlot es un vino tinto aromático, con buena acidez, muy complejo en nariz, de pocos taninos, apto para tomar en todo momento. El 50% permaneció 4 meses en barricas de roble. Fue envasado en marzo de este año y los expertos recomiendan conservarlo en botella al menos seis meses antes de tomarlo.
No obstante, en el Boliche Viejo se descorcharon varias botellas. Diego Freixas, experto en vinos y titular de la vinoteca que lleva su apellido, dijo que "es un vino joven con una acidez marcada, propia
del terruño en el cual fue plantado, que aún debe permanecer algún tiempo en botella". Agregó que el producto logró un buen marketing y que en un futuro la bodega puede trabajar vinos más elaborados.
El chef ejecutivo Richard Oyarzún aseguró que al conocer el proyecto tuvo dudas porque el objetivo era elaborar el vino más austral del mundo. No obstante, reconoció que se logró un buen producto. "El vino me gusta y me alegro que Weinert haya apostado a esta región y espero con ansias probar los nuevos productos, en especial los vinos espumantes, que prometen ser muy buenos".
Actualmente está en tanques otra partida de merlot, una de pinot noir y un tri varietal.
