BUENOS AIRES (Télam).- En su primer libro, "Vidas perfectas", la periodista Carla Castelo construye un relato coral sobre la vida en los countries, a partir de cientos de entrevistas a los habitantes de esos "guetos posmodernos".
A modo de investigación periodística, donde se cuelan también algunos momentos literarios que abren paso al humor, Castelo se sumerge en el trasfondo real de una temática abordada a modo de ficción por Claudia Piñeiro en la novela "Las viudas de los jueves", en la serie de televisión "Amas de casa desesperadas " o en la película "Cara de queso".
Mientras la mayoría de los entrevistados pedía no revelar su identidad, para preservar el anonimato, "todos asumían que habían decidido montar su vida en una burbuja", confesión que hacían "sin el menor remordimiento", según señala la autora desde las primeras hojas de su investigación.
"A mí me gusta mucho ver cómo se comporta la gente. Un día me invitaron a una cena en un country donde había un señor que destrozaba a sus vecinos, y me di cuenta de algo muy curioso: los habitantes de los countries tienen una capacidad violenta de autocrítica sobre la vida que llevan, y ese fue el disparador del libro", contó Castelo a Télam.
"De pronto comen polenta con tal de quedarse en Nordelta o en Highland, una vida tan hacia afuera, tan para el exterior, tan puesta en la imagen, que me parece muy llamativo que lo reconozcan y muy interesante como lugar para estudiar", señaló la autora, simpática y verborrágica, sentada en el living de su casa.
El libro, editado por Sudamericana, abre varias líneas de investigación, donde se suceden el nivel de consumo y la importancia de ostentar los objetos más caros, la crianza de los chicos que luego no conocen la ciudad, las empleadas domésticas, las cirugías estéticas, la seguridad e incluso resonantes crímenes, como el de García Belsunce o el de Nora Dalmasso.
"Si yo no era libre de decir lo que pensaba, no hubiese podido escribir este libro. Trato de mostrar las miserias de una clase que es muy egoísta y que no piensa en los demás ni en los que viven detrás del muro. Sé que también hay gente buena que vive en los countries, no son todos malos y competitivos", aclaró.
A modo de confesión, los testimonios van desde la mujer que admite que viajó en subte con sus hijos y uno de ellos preguntó: "¿Es verdad que ahora salimos a una calle distinta de la que subimos, ma?" y la que encontró excremento de murciélago en la casa y se ufana: "Por suerte la he encontrado en el cuarto de la empleada, en los demás no hay nada".
Castelo se anima a elaborar, en clave de ficción "pero inspirado en la realidad", los siete tipos de mujeres country, desde la chica Barbie, la divorciada, la country clásica o Penélope Glamour, así como las numerosas diferencias entre el "vecino ideal versus el vecino real".
"La mayoría compró el combo: la vida verde, la seguridad y 'que no me molesten', 'no quiero ver un pobre en la puerta', porque también es eso; 'ya sé que sucede pero no lo quiero ver', entonces eso sí lo critico mucho. Y la verdad es que después cuando caen económicamente y no lo pueden sostener se sienten totalmente discriminados por sus pares", sostuvo Castelo.