El ministro de Economía, Miguel Peirano, reclamó ayer la reformulación del Fondo Monetario Internacional (FMI) y pidió una mayor participación para los países en desarrollo, un día antes de la Asamblea Anual de este organismo de crédito y el Banco Mundial.

El reclamo argentino no fue el único que se escuchó ayer en Estados Unidos, también el G7 (el grupo de los países más industrializados), planteó que el FMI necesita una importante reforma que frene el gasto y le otorgue a las naciones pobres y emergentes un mayor peso en la toma de decisiones.

"Lo que buscamos con la reforma es mejorar al Fondo, darle credibilidad y capacidad de cumplir con sus propósitos", enfatizó Peirano al pronunciar su discurso como titular del G24 -cargo que

ocupó temporalmente la Argentina- en el marco de la Asamblea Anual del organismo que se está desarrollando en Washington. "Para ello prosiguió es necesario que los países en desarrollo puedan sentirse más partícipes de las decisiones y tener derecho a integrar mayores cuotas".

Las palabras de Peirano fueron escuchadas por el saliente director gerente del FMI, Rodrigo Rato y el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick.

El sistema de cuotas es el que adjudica los derechos a voto de cada país en el directorio del organismo.

El discurso de Peirano fue distribuido por la oficina de prensa del Ministerio de Economía, desde donde se aseguró que Brasil y México apoyaron las palabras del titular del Palacio de Hacienda de la Argentina.

El ministro dijo que "además de aumentar los votos básicos, es importante que la fórmula tenga un factor de comprensión que permita dar mayor representación a las economías pequeñas y que las decisiones de política del Fondo sean tomadas sobre un sistema de doble mayoría".

Al iniciar su discurso, Peirano remarcó que la crisis financiera de las últimas semanas "ha hecho evidente la necesidad de revisar y analizar los mecanismos de regulación y supervisión de los mercados financieros con el objetivo de disminuir la vulnerabilidad del sistema financiero internacional".

El ministro dijo que "las vulnerabilidades que desembocaron en esta crisis, cuyas consecuencia todavía no podemos evaluar, no fueron suficientemente detectadas por el FMI".

Por su parte, el borrador de declaración de funcionarios del G7 está en consonancia con los objetivos de reforma delineados por el ex ministro de Finanzas francés Dominique Strauss-Kahn, quien asumirá el mando de la agencia integrada por 185 naciones el 1 de noviembre. "Permanecemos comprometidos con alcanzar un ambicioso paquete de reformas fundamentales", señala la declaración interina del G7, que se reunió en Washington antes del encuentro anual del FMI y el BM, que dará inicio hoy.