Sábado 20 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 38 > Policiales y Judiciales
Una mujer se topó con el presunto violador del hijo
Fue en San Antonio. Le habían asegurado que iba a quedar internado en el hogar Pagano.

SAN ANTONIO OESTE (ASA).- Ayer la pesadilla volvió a cobrar fuerza. Los cuatro meses transcurridos no hicieron olvidar lo sufrido. En un instante, tras un nuevo recodo cruel de la vida, el dolor y la angustia reaparecieron y a sus víctimas les cuesta ubicar la salida del infierno.

E. L. P. -este medio se reserva su identidad para proteger la de su hijo- regresaba a su casa el jueves a la noche cuando en una calle cercana, a unas cinco cuadras de su vivienda, descubrió el rostro de quien asegura violó a su hijo de 9 años, luego de haberlo engañado para que ingresara a su casa y lo mantuviera retenido y amordazado durante eternos minutos.

El relato de la mujer es por momentos escalofriante y cuesta ponerse en su lugar sin que la indignación sobrepase el límite de la cordura y haga perder el control.

El drama ingresó a su humilde hogar el 6 de junio. Ese día su pequeño hijo, un chico que jugaba como todos en la vereda de su casa, fue llamado por un vecino siete años mayor para que lo ayudara con unas cajas.

"Cuando yo llegué a casa estaba la policía, y mi hija me dijo: 'lo agarró, se lo c...'", recuerda la mujer.

El niño, mientras, lloraba lastimado tirado en su cama.

Su reacción fue la lógica: fuera de sí golpeó al joven que la miraba desafiante, hasta que la Policía se lo llevó demorado.

Un día entero pasaron madre e hijo en el hospital local. El niño recuperándose de sus heridas. La mujer tratando de sobrellevar el shock emocional que la invadió aquella tarde.

Muchas veces se ha dicho que el tiempo cura todo. Y a pesar que el pequeño desde entonces no regresó a su escuela porque siente que se burlan de él y que no hubo tratamiento psicológico suministrado por Salud Pública, el avance de la investigación y las garantías dadas por algunos funcionarios de que el menor no saldría del Hogar Pagano de Viedma, aportaron algo de tranquilidad a la mujer que en soledad lleva adelante el hogar que comparte con más hijos.

El jueves sintió que el corazón le saltaba del pecho. "Llegué a casa y les dije a los hermanos que él estaba acá, que había vuelto, pero que no le dijeran nada al nene para que no se asustara más", cuenta.

No se esperaba que un rato más tarde, mientras andaba en bicicleta, el pequeño viera a dos casas de la suya, que desde un vehículo con vidrios polarizados bajara, impune, el joven denunciado.

 

"Más preso mi hijo"

 

Casi sin aire, ingresó a su casa y se encerró. "Siento que está más preso mi hijo

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