Sábado 20 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 35 > Internacionales
Bhutto se queda en Pakistán y despega al gobierno del ataque
La ex primera ministra homenajeó a las 138 víctimas del atentado, según cifras oficiales. Aprovechó para fortalecer su campaña política y sindicó a seguidores de un general golpista como los instigadores. La policía en tanto, apunta a los extremistas islámicos.

KARACHI, Pakistán.- La ex primera ministra Benazir Bhutto permanecerá en Pakistán para liderar su partido en las elecciones legislativas de enero del 2008, pese al atentado perpetrado en su contra que dejó al menos 138 muertos y más de 500 heridos el jueves en Karachi (sur).

A pesar de las amenazas contra Bhutto proferidas antes del ataque por combatientes islamistas cercanos a Al Qaeda y los talibanes, la ex primera ministra acusó a ex funcionarios del régimen militar del general Zia ul-Haq (1977-1988) de haber urdido el atentado. "Son los miembros del antiguo régimen del general Zia, que hoy se esconden tras el extremismo y el fanatismo", dijo. "Yo les supongo un riesgo: cuando devuelva la monarquía a este país, perderán su influencia".

Los investigadores parecen privilegiar la hipótesis de los islamistas.

Bhutto, de 54 años, escapó ilesa del peor atentado suicida en la historia de Pakistán y aseguró que se quedará en el país pese a todo. "Vivimos una batalla por la democracia, este ataque no tenía como

blanco a mi persona, sino a lo que represento. Fue un ataque contra la democracia", afirmó Bhutto, rindiendo homenaje a las víctimas. "Pido a todos los ciudadanos de Pakistán que nos apoyen, a mí y a mi partido, a rescatar a nuestro país de la amenaza militar".

El último balance de víctimas da cuenta de 138 muertos, dijo el general Javed Cheema, portavoz del ministerio del Interior, quien habló también de "más de 300 heridos", aunque fuentes independientes hablan de más de 500. La fiesta del regreso de Bhutto se tornó en pesadilla a la media noche. Uno de los atacantes logró aproximarse al convoy y lanzó una granada contra el camión. Después, detonó su cinturón, cargado con 15 kilos de explosivos y 2.000 bolas de acero. Un coche de la policía situado entre el suicida y el camión de Bhutto mitigó la enorme fuerza de la deflagración Bhutto acababa de dejar la parte posterior del camión , para descansar dentro del vehículo blindado.

El presidente del país, el general Pervez Musharraf, que tomó el poder en 1999 tras un golpe de Estado y que negocia desde hace meses una repartición del poder con Bhutto, le presentó sus condolencias. Si las negociaciones prosperan, Musharraf conservaría la presidencia y Bhutto sería nuevamente primera ministra

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