Integrantes de la Asamblea Ciudadana de Gualeguaychú se movilizaron ayer a la quinta presidencial de Olivos, donde levantaron una simbólica chimenea inflable en señal de protesta contra el gobierno nacional y la empresa finlandesa Botnia, que construye una planta papelera en Uruguay.
Los manifestantes emplazaron el inflable de unos 12 metros de altura sobre la avenida Maipú, interrumpiendo durante una tres horas el tránsito, sin que se registraran incidentes. En el lugar, el asambleísta Víctor Rebossio leyó la "Proclama de Olivos", en la que los asambleístas entrerrianos denunciaron que "la agresión de la empresa Botnia no hubiera sido posible sin la complicidad de los gobiernos" de Argentina y Uruguay.
La proclama enfatizó que la defensa de la postura argen
tina en el conflicto por las papeleras "es una cuestión de soberanía", y le recordó al gobierno que "la lucha de Gualeguaychú ha sido declarada causa nacional, y no se defiende sólo con palabras".
Los asambleístas de Gualeguaychú fueron acompa
ñados por ambientalistas de Buenos Aires, y luego del mediodía se sumaron integrantes de la Corriente Clasista y Combativa (CCC).
La dirigente Raquel González resaltó que "no se observó demasiada custodia policial" y destacó que "desde la Quinta Presidencial no se observó ningún movimiento en relación con la marcha".
Sin embargo, se quejó porque "nadie vino a escuchar o a responder" las demandas que trajeron los ambientalistas desde Entre Ríos. El mismo grupo intentó inflar hace algunos meses la chimenea frente a Plaza de Mayo, pero se topó con una prohibición de la Policía Federal para llevar a cabo la protesta en el lugar.
El presidente Néstor Kirchner y la candidata presidencial Cristina Fernández visitaron el jueves la ciudad entrerriana de Concordia, pero no hicieron ninguna mención al conflicto bilateral por las papeleras, así como tampoco hubo ninguna acción de los ambientalistas.
