En otra demostración de garra y coraje, Los Pumas volvieron a derrotar a Francia y subieron al podio del Mundial. Al clásico tackle, los argentinos le sumaron un juego brillante y fue paliza: 34-10. Justo ante los creadores del rugby champán.
Los rugbiers de Marcelo Loffreda, que apoyaron cinco tries, demostraron que su triunfo en el partido inaugural (17-12), frente a los de Bernard Laporte no fue algo fortuito y lograron, tras un gran desempeño, la medalla de bronce.
Los primeros minutos, muy friccionados con forcejeos y algún que otro manotazo en la cara, sobre todo en los maules, se jugaron en el campo argentino, aunque los "Bleus", a pesar de varios intentos, no pudieron romper la rígida defensa albiceleste plantada delante de sus 22 metros.
Recién a los 17, el medioscrum del Stade Toulousain, Jean-Baptiste Elissalde, anotó un primer penal ligeramente escorado a la izquierda, pero el empate llegó al toque, gracias a la diestra del centro del Leinster irlandés, Felipe Contepomi.
Pasados los primeros 20, algunas imprecisiones de la defensa propiciaron que los franceses se acercaran al ingoal de manera peligrosa en varias oportunidades. Sin embargo, Felipe marcó el primer try del encuentro tras una buena jugada de ataque resuelta tras varios pases sobre la izquierda.
Después de la media hora, sorpresa total en el Parque de los Príncipes. El ataque argentino volvió a sorprender a los "Bleus" mal parados y Omar Hasan anotó otro try para un cómodo 17-3.
Francia volvió a presionar sobre la última línea argentina y se multiplicaron los roces.
Hasta que el árbitro neozelandés Paul Honiss, tras expulsar temporalmente a Rimas Álvarez y al capitán francés Raphael Ibanez, dio por finalizada la primera parte, cuando los relojes indicaban casi 45 minutos.
La segunda parte fue casi un calco de la primera, con los "Bleus" buscando el descuento y Los Pumas sin dejarse avasallar. Y así fue: una gran jugada a puro coraje comenzada por Ignacio Corleto propició el tercer try de los albicelestes conseguido por el wing Federico Aramburu.
Pero, con uno menos, por amarilla a Juan Manuel Leguizamón, Agulla escapó al contragolpe y habilitó a Corleto para que en una larga e imparable carrera convirtiese el cuarto try argentino: 27-3. Ahí sí fue partido resuelto.
Después hubo tiempo para el primer try local y el broche de oro de Felipe Contepomi, que le dio paso a una paliza.
El duelo fue la excepción a esa idea de que el tercer puesto no sirve. Los dos jugaron "a muerte", había mucha "pica" y el festejo fue Puma. Y para que sea más importante aún, la IRB ya anunció que analizará la invitación para uno de los torneos top (ver aparte).
