ALLEN (AR)- En tiempos en los que los valores y la solidaridad no son, lamentablemente, moneda corriente, existe gente que con actos desinteresados ayudan a devolverle la sonrisa a un niño. Esta vez, el motor solidario de la comunidad de Allen impulsó la realización de una campaña solidaria que llegó hasta El Cuy, donde las necesidades son visibles y de larga data.
Gervasio Sosa, un reconocido atleta de la ciudad, fundador de un gimnasio comunitario allense, fue uno de los principales promotores de la campaña solidaria que arribó el lunes a la localidad sureña. Contó con orgullo cómo surgió la idea: "Luego de un viaje que hice a El Cuy, conversando con amigos y la propia gente que hizo posible la apertura del gimnasio comunitario, creímos en nuestros deseos de querer colaborar con esta localidad".
Poco después de las 7 del lunes, más de 60 vecinos se concentraron en el gimnasio de barrio Bifulco, donde iniciaron la caravana con 12 vehículos que tuvo como destino final el albergue primario situado al lado de la Escuela 81. Allí los recibió su director, Juan Carlos Andrade, junto a los vecinos que fueron invitados a participar de la jornada.
En las últimas semanas, señaló Sosa, "se habían recolectado quince bolsones de consorcio repletos de ropa y elementos de higiene personal que fueron de mucha utilidad para la población".
El pueblo esperó el arribo de quienes, además, planificaron una serie de actividades recreativas y deportivas para pasar el día. "Nunca imaginamos ver tantos niños en El Cuy, fue una experiencia única e inolvidable la que vivimos junto a ellos", señaló Sosa. En tanto, añadió que "se desarrolló una competencia deportiva y los ganadores fueron premiados con trofeos que llevé desde mi casa, y el resto fueron distinguidos con medallas por la participación", concluyó el atleta, quien remarcó la importancia de estos actos solidarios para el crecimiento de la sociedad.