La inercia oficial esconde desequilibrio y frustración. Son síntomas de una realidad que emergerá próximamente.
El ruido político confunde a las mentes más sensatas.
El ministro Verani politizó su mensaje y vaticinó en Bariloche que la situación de Río Negro será "inmejorable" en el 2008. Fue un mensaje alejado de sus más intimas convicciones. Lo expresó rodeado del fervor de campaña cuando acompañaba a su tío, el ex gobernador Pablo Verani, hoy candidato a senador.
Ya en Viedma, el ministro volvió a la cruda cotidianidad de las presiones por los demorados "cupos financieros" asignaciones a los organismos para funcionar porque Hacienda monopolizaba todos los recursos para salarios. La escasez del presente, que contrasta con la prosperidad que pronosticó el ministro.
Éstas son las mismas dificultades con las que justifica su pedido para concentrar los fondos y 800 cuentas bancarias del Estado. El proyecto enviado a Saiz sigue en proyecto. La firma está atrasada y es evidente que el gobernador asimiló las observaciones acercadas, especialmente el avance sobre los fondos fiduciarios y las cajas de las empresas públicas.
La confección presupuestaria impone un escenario virtual. Verani ordenó a los organismos que las partidas para el 2008 no superen un 8% del actual ejercicio. El diseño sólo persigue ajustarse al plan nacional y que Río Negro acceda otra vez al programa de ayuda para pagar la deuda. Los compromisos del año próximo serán de 400 millones de pesos. La negociación se centrará con cuánto responderá el Estado nacional.
Otra respuesta coyuntural como aquel anticipo de 50 millones, a la espera de un tratamiento real de los pasivos provinciales.
Esa Concertación tan ausente en los hechos y los discursos... Saiz transformó a sus candidatos Verani y Juan Scalesi en voceros de una alineación K que no entienden y menos sienten. El gobernador se reservó una posición pasiva en la campaña. Seguirá la orfandad de argumentos y razones por la dirección adoptada. No lo hizo con sus radicales, tampoco lo hará con los otros electores.
Cree que es el tiempo electoral de los otros, entonces cede protagonismo en este presente de un oficialismo moldeado en su pensamiento. Entiende que su poder se modeló con el triunfo de mayo. Los otros deberán hacer lo propio. Una estrategia que estrenó con los intendentes y ahora ejercita con los candidatos nacionales.
La Concertación no es un fenómeno espontáneo. Saiz ya lo debería saber. No hay propagación automática entre los suyos ni hay imposición de políticas comunes entre los extraños.
Demasiado dispersos y alejados aparecen aquellos puntos con los que Saiz anunció su adhesión al presidente Kirchner. Objetivos estructurales como otra ley de coparticipación emergen exagerados frente a los ya desoídos planteos menores. Hay ejemplos categóricos:
" A dos años del convenio general, Río Negro no logró firmar ningún contrato ni desembolso del plan Federal II de Viviendas, que Nación financiará totalmente. Una docena de provincias firmaron. Por esa demora, Saiz se reunió con el subsecretario de Viviendas, Luis Bontempo. Fue hace un mes y esta semana la conducción del IPPV, con dirigentes de UOCRA, volvieron con igual solicitud porque aquel subsecretario no había cumplido con los plazos garantizados al mandatario por el casi millar de viviendas con proyectos presentados.
" El secretario de Transporte, Ricardo Jaime es el funcionario K con más cuestionamientos penales por los métodos subsidiarios a privados. Aun ese dispendio, Jaime se jactó frente a
Saiz de que las normas no le permiten apoyar a las empresas públicas, como el Tren Patagónico. El gobernador desplegó también el proyecto del Tren del Valle y pidió un financiamiento especial. Más promesas vacías. ¿No hay espacio en la Concertación para una política ferroviaria? ¿Tampoco hay acciones frente a los inexistentes servicios patagónicos de aerotransporte?
" Los prometidos aportes al sector productivo y de obras (ensanchamiento de la Ruta 22 y el acueducto turismo-ganadero) conforman un largo listado pendiente. Y el desplante es mayor cuando la decisión aparece: el gobierno provincial se enteró tarde de la firma para la pavimentación al Cerro Catedral y del anuncio de la reparación de la Bustillo en Bariloche.
" La mayor "desconcertación" se incrustó en la política jubilatoria. También por la prensa, Río Negro se enteró que Mendoza, la provincia de su socio Julio Cobos, logró que Nación abone el 82% móvil a los 18.000 pasivos que esa provincia transfirió a Anses en 1996. El gesto K se encuadró en lo electoral, pero Cobos trabajó en esa medida desde hace tres años. No es la única, igual beneficio ya tienen Catamarca y Tucumán. Río Negro comenzará ahora con sus gestiones, a cargo del secretario Carlos Oliva.
" Días pasados, el STJ se sorprendió de que el convenio que Río Negro firmó con Anses no garantizara el 82% a sus jueces porque la existencia de un tope jubilatorio. Rápidamente, Víctor Sodero Nievas y Alberto Balladini viajaron a Capital Federal para escuchar una respuesta inexplicable: aquel derecho previsional alcanza a jueces nacionales y excluye a las provincias adherentes, como Mendoza y Tucumán. Ambas como Río Negro firmaron, pero no hicieron operativas esas jubilaciones porque los magistrados se resisten. La retención llegaría a la mitad y optan por seguir en actividad con la actual remuneración.
En Río Negro, ese beneficio previsional motorizaría una reestructuración de la Justicia, a partir del alejamiento de medio centenar de jueces en dos años. Por caso, una renovación funcional que el STJ y los legisladores alientan para favorecer la implementación de la reforma procesal penal que transformará a los fiscales en investigadores criminales.
La discusión con Anses por un tratamiento igualitario para jueces nacionales y provinciales quedará para noviembre. Así lo impuso el titular de Anses, Sergio Massa, hoy candidato K a la intendencia de Tigre.
¿No es tiempo de que Saiz haga suyas estas problemáticas?
Resultados electorales y sus impactos son análisis obligados.
El oficialismo advierte que lo espera un futuro incierto y las alternativas se bifurcan. ¿Habrá espacio para volver al partido radical? ¿Habrá que analizar otras opciones partidarias y dejar atrás la estructura de Alem e Yrigoyen?
Ningún resultado modificará una realidad: el abismo que se abre entre Saiz y los suyos con los adherentes a la estructura nacional.
La intervención ratificó su continuidad hasta setiembre y poco margen habrá para efectivizar la meta esbozada por los radicales K, destinada al desplazamiento de la conducción nacional. Su sistema interno y su lógica resistencia no prometen éxito. Ese objetivo parece más una utopía para seguir andando que una marcha cierta.
Los radicales rionegrinos quedarán a la deriva después del 28 de octubre.
Saiz se permite pensar en un esquema por fuera de la UCR. Un futuro del que otros ni quieren hablar por su historia partidaria.
Los más audaces y pragmáticos arriesgan que un partido provincial es el único camino. El ministro Iván Lazzeri abrirá ese debate con un documento. "Hace años que en Río Negro pocos nos parecemos y tenemos que ver con la UCR. Ahora, no hay retorno y tenemos la oportunidad para asumirlo, abandonar a los indeseables y sumar a sectores afines", adelantó Lazzeri en ámbitos oficiales.
La sola idea desestabiliza a muchos dirigentes. Un desafío que contienen adherentes y retractores. Otro elemento para esta política tan incierta, con un electorado fugitivo.
El oficialismo abre el análisis tan temido: dejar la UCR y crear un partido.
ADRIÁN PECOLLO
pecollowa@yahoo.com.ar