Los candidatos y dirigentes que reivindican al peronismo celebraron ayer, muy divididos y enfrentados, el "Día de la Lealtad" en homenaje a Juan Domingo Perón, el fundador del movimiento y tres veces presidente.
Néstor Kirchner, estuvo en la sureña ciudad de Comodoro Rivadavia para inaugurar obras, donde afirmó que "lealtad es nunca bajarse del carro, es estar siempre al frente de la gente".
El candidato presidencial Alberto Rodríguez Saá se fue a las profundidades de la selva del Chaco y compartió un acto con miembros de las comunidades toba y wichis. Después viajó a Santiago del Estero para cerrar los homenajes a Perón.
Por su parte, Roberto Lavagna, ex ministro de Economía y también aspirante a la presidencia se fue al barrio capitalino de Floresta para realizar un acto en el club All Boys, acompañado por los candidatos a legisladores de la UNA (Una Nación Avanzada) y líderes del peronismo cercanos al ex presidente Eduardo Duhalde, pero sin sus socios de la Unión Cívica Radical (UCR).
Entretanto la esposa de Kirchner, la senadora Cristina Fernández, también candidata, fue a un acto peronista en La Matanza, para reunirse con trabajadores de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). Allí inauguró una fábrica-escuela del gremio y dijo, entre otras cosas: "Cuando los partidos nacionales se dividieron, y alguien decía que un radical, socialista o peronista podía ser enemigo, después vinieron los militares y nos llevaron al dolor. Hagamos aprendizaje histórico de las décadas pasadas. Todos nos hemos equivocado, y los que tenemos responsabilidades no tenemos derecho a volver a equivocarnos".
Los actos de ayer transcurrieron en un ambiente muy diferente al de hace un año, cuando la fecha estuvo teñida por la violencia en la quinta de San Vicente, hacia donde se habían trasladado los restos de Perón, fallecido en 1974. El PJ había organizado la actividad pero en la caravana ya hubo algunos choques que desembocaron en un escándalo de proporciones dentro del predio e intercambio de disparos en medio de la multitud despavorida.
