Miércoles 17 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 56 > Sociedad
Colores para el cielo
Inauguró la Tercera Muestra Colectiva de Barriletes. Variedad y colores, en el SCUM de Bariloche.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un remolino de colores y formas etéreas se adueñó por estos días del SCUM municipal de Moreno y Villegas, donde la única ausencia (obvia pero lamentada) fue la del viento.

La Tercera Muestra Colectiva de Barriletes organizada por Diana Ross con los chicos del grupo Encuentro propone un recorrido sobre la enorme variedad de diseño y materiales que habitan el mundo de los artefactos voladores.

Cometas planos en forma de estrella (de los que sólo vuelan "con cola") tienen su rincón asignado, mientras que en otra pared reinan los tipo "delta". También hay barriletes con forma de pájaro o de mariposa, extrañas formas alargadas originarias de China y no faltan, por supuesto, los sofisticados "celulares".

Diana Ross explicó que estos últimos son los que se despliegan en tres dimensiones y pueden resistir las ráfagas más fuertes. "Un barrilete es una aeronave más pesada que el aire que depende del viento para superar la gravedad y poder volar" según la definición incluida en la muestra.

En otros es posible explorar su historia milenaria, algunas leyendas orientales, poesías de Pablo Neruda y también a modo de hallazgo hay antiguas letras de tango que tienen al barrilete como tema.

Algunos de los vistosos trabajos presentados en el SCUM pertenecen a fanáticos que los enviaron desde otros puntos del país como Roberto Cassanello, Alberto Barrero, Pablo Macchiavello, Héctor Cesaretti, Pablo Akerman, Lucas González y Gustavo Sonzogni.

Los tres últimos pertenecen al grupo Batoco (Barriletes a Toda Costa), de Buenos Aires, quienes aportaron además algunas fotos de grandes remontadas colectivas. También hay barriletes de Diana Ross y de los pequeños alumnos del taller que dicta en el grupo Encuentro.

Al recorrer la expo los visitantes preguntan, evocan recuerdos y se confiesan asombrados ante una variedad que nunca imaginaron. Mientras tanto, la creatividad inagotable y silenciosa pende del techo, en reposo, a la espera de volver a zumbar en las alturas, su verdadero territorio.

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