Miércoles 17 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 36 > Sociedad
Una rama de álamo mató a una mujer
Ocurrió cerca de la rotonda de las rutas 22 y 151, en Cipolletti. Había fuerte viento

CIPOLLETTI (AC)- "Fue una tragedia. No es que se haya caído un árbol o que la rama fuera muy grande. En realidad era una rama chica que por el viento se desprendió y le cayó justo sobre la cabeza", relató ayer Lorena Muñoz, la dueña de la casa donde vivía Silvia Loncomay, una mujer de 36 años que murió a causa del golpe.

El domingo cerca de las 19, mientras soplaba un intenso viento, Loncomay sufrió una fractura de cráneo cuando la rama de una alameda se desprendió y le dio con toda su fuerza en la cabeza. Estaba afuera conversando con un vecino y cuidando a los hijos de Muñoz que jugaban a pocos metros del lugar.

Las ramas de los árboles chocaban contra el techo de la vivienda ubicada en un predio cercano a la rotonda que une la ruta 22 con la 151 cuando un fuerte ruido alertó al hombre que intentó proteger a Loncomay contra la pared. "Pero ella hizo un paso hacia adelante y la rama le dio justo sobre la cabeza y se desvaneció", dijo Muñoz tratando de poner en palabras un hecho que consideró inexplicable.

"Cuando salí vi que estaba en el piso y que le sangraba mucho la cabeza. Me agaché y como no respiraba intenté hacerle respiración boca a boca".

 

En estado de coma

 

Según el relato de Muñoz, a los pocos minutos llegaron al lugar dos móviles policiales y la ambulancia que constataron que la mujer estaba en estado de coma. Cuando era trasladada hacia el hospital sufrió un paro cardiorrespiratorio y falleció a pesar de los intentos de reanimación. Ayer a la tarde su cuerpo fue inhumado en el cementerio local.

Por problemas familiares Loncomay vivía en ese lugar y cuidaba a los cinco hijos de Muñoz mientras ésta se iba a trabajar. El domingo estaban todos en la casa y los chicos que vieron lo que pasó, fueron los que alertaron sobre el accidente. Incluso, el más grande de 12 años, fue el que llamó a la policía.v

Muñoz, quien vive en ese sector hace unos 8 años, explicó que "los álamos son muy viejos" y en ocasiones anteriores el viento produjo el desprendimiento de ramas que cayeron arriba del techo "porque la alameda está detrás de la casa y medio inclinada", graficó.

Aunque reconoció que muchas veces sintió miedo de que se cayera alguno y que incluso pidió alguna vez al municipio si los podía sacar, aseguró que lo del domingo "fue un accidente. Una tragedia".

Desde la Policía informaron que la justicia determinó no iniciar una causa porque "no se constató ningún delito", según informó uno de los jefes de la Comisaría Cuarta, Julio Caliva.

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