VIEDMA (AV).- El gobernador, Miguel Saiz, institucionalizó ayer un análisis temido en el oficialismo: la conformación de un partido provincial.

Supeditó ese futuro partidario a la continuidad o el "paso al costado" de la conducción nacional del radicalismo.

"Vamos a mantener la sigla UCR, pero Unión Cívica Rionegrina", ironizó en Casa de Gobierno ante periodistas.

La reacción interna se cristalizó apenas horas después. A la tarde, el vicegobernador electo, Bautista Mendioroz, se diferenció del mandatario al considerar que "el 29 de octubre hay que salir a reconstruir el partido Radical" y rechazó "plantear un nuevo partido que deje afuera a los que piensan diferente". En diálogo con FM VyP, Mendioroz reiteró que la adhesión a la Concertación no "significó renegar a la pertenencia radical".

Por la mañana, Saiz había expresado que no hay posición adoptada porque se debe esperar para saber qué actitud asumirá la dirigencia nacional de la UCR.

"Habrá que esperar una autocrítica y un paso al costado", insistió el gobernador.

Saiz fue abordado por el periodismo frente a las especulaciones gubernamentales en las que se evalúan opciones y se preparan documentos para justificar la conformación de un espacio propio. El ministro de Gobierno, Iván Lazzeri, fue el primer dirigente que la semana pasada blanqueó esa alternativa entre funcionarios.

Aun ese pensamiento, Lazzeri moderó el fin de semana su ímpetu ya que algunos dirigentes coincidieron en abrir el debate interno pero plantearon que el mismo debería darse después de la elección del 28 de octubre.

Fue Saiz quien en la víspera formalizó esa alternativa partidaria. Habló con la prensa al retirarse de un acto en el Salón Gris de Casa de Gobierno.

Explicó que "seguimos apostando a continuar en la Unión Cívica Radical pero tendrá mucho que ver que actitud se asuma después del 28 de octubre de quienes tienen la responsabilidad de conducir el partido. Hoy, existe un serio riesgo de transformarnos en una Confederación de Partidos Provinciales".

Luego, el gobernador insistió en esperar el 29 de octubre para ver si esos "dirigentes asumen las responsabilidades y los errores cometidos, por lo cual, tendrán que dar un paso al costado y dejar la UCR, como distrito único y el voto directo de sus afiliados designen a sus nuevas autoridades para un partido que vuelva a ser abarcativo y contenedor de todos los radicales".