Miércoles 17 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 28 > Internacionales
Bush desafía a China al recibir al Dalai Lama
El gobierno oriental lo considera un peligroso separatista

WASHINGTON.- El presidente estadounidense George W. Bush recibió ayer en Washington al líder tibetano Dalai Lama y aparecerá por primera vez a su lado en público, en un desafío a China, que lo considera un peligroso separatista y advirtió que la visita "socavará gravemente" las relaciones entre ambos países.

"Quería expresar mi aprecio al presidente Bush porque realmente tomó con seriedad la situación" de Tíbet, dijo el Dalai Lama después del encuentro, según funcionarios. "Hemos desarrollado una cercana amistad", agregó, según la misma fuente. Como las tres veces anteriores que Bush se reunió con el Dalai Lama, no lo hizo en el salón oval, que sirve de oficina a los jefes de Estado, a efectos de no irritar aún más a China.

"No queremos de ninguna manera agitar los ánimos y hacer que China sienta que le estamos metiendo el dedo en la llaga", dijo la portavoz presidencial Dana Perino. "No apoyamos la idea de un país separado de China", agregó.

Se espera que hoy el malestar de China se incremente, cuando Bush participe de una ceremonia pública en honor al dirigente tibetano.

Bush será el primer presidente estadounidense en aparecer públicamente junto al Dalai Lama, líder espiritual budista de 72 años. Para incrementar la crispación china, la aparición se realizará con todo el protocolo estadounidense, bajo la majestuosa cúpula del Capitolio.

El líder tibetano recibirá la Medalla de Oro, más alta distinción civil del Congreso. El Dalai Lama "debe ser honrado como líder espiritual", dijo Perino, que asoció la reunión de ayer con los encuentros de Bush con el Papa y dijo que el objetivo es promover la libertad religiosa.

El gobierno chino expresó su "profundo malestar" y su "firme oposición" y pidió que se anulara la visita, la que --señaló-- "socavará gravemente las relaciones entre China y Estados Unidos".

La visita es una grave "violación de los principios básicos de las relaciones internacionales, hiere los sentimientos chinos y constituye una grave injerencia en los asuntos internos" de China, dijo el canciller Yang Jiechi. "

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