Se repitió la historia. En 72 horas, Argentina se despachó con actuaciones similares y confirmó que las Eliminatorias sudamericanas aparecen como un trámite. El sábado fue 2-0 ante Chile y anoche, el mismo resultado contra Venezuela, para convertirse en el único equipo con puntaje perfecto, hasta que se presente Uruguay.

¿Las diferencias? Ahora fue lejos de casa y los goles no los hizo Juan Román Riquelme. Gabriel Milito abrió la cuenta tras un preciso centro de JR y Lionel Messi lo definió después de una buena jugada de Carlos Tevez.

El comienzo fue con algunas dudas, pero todo se solucionó en el cuarto de hora. Y otra vez con una pelota parada. JR Riquelme se hizo cargo de un tiro libre, mandó el centro y Gabriel Milito les ganó a todos para poner el 1-0 y enmudecer al "Pachencho" Romero".

A partir de ahí, el equipo criollo encontró tranquilidad y empezó a manejar la pelota. Como el local tuvo que adelantarse, aparecieron los huecos y el albiceleste pudo aprovechar la velocidad de Tevez y Messi, que en algunas jugadas se retrasó demasiado y dejó muy sólo al "Apache".

Con todo bajo control y el partido jugado al ritmo argentino, el segundo estuvo al caer en un par de oportunidades. "Carlitos" desperdició una chance, Román contó con un tiro libre a centímetros del área, optó por un disparo "de rastrón" y el resultado no fue como el del sábado, porque pegó en la barrera.

Y las coincidencias "trasandinas" aparecieron de nuevo en el final de la etapa. Tevez arrancó como wing y cuando metió la diagonal hacia el área, vio a Messi solo. "Lio" le dio con alma y vida, y sacó un misil que se clavó en el palo derecho de Vega. Golazo y medio partido en el bolsillo.

En el complemento, el DT venezolano metió mano rápidamente en el banco, pero no llegaron las soluciones.

Argentina siguió con el dominio de las acciones y si bien se retrasó varios metros, contó con algunas contras que pudieron estirar las cifras.

El "Coco" se copió de su colega y miró al costado, para buscar alternativas. La primera sorprendió, porque mandó a Gago por Ibarra, que de todos modos se dio el gusto de ser titular. Luego llegó el obligado, por la lesión de Burdisso (ver aparte) y más tarde, un momento esperado: el ingreso de Germán Denis, el goleador del fútbol doméstico.

Y fue precisamente el "Tanque" quien tuvo la más clara, después de una gran jugada de Messi, por el sector derecho. Sin embargo, como ante Chile, el equipo careció de efectividad y de peso en los últimos metros. Por suerte no hizo falta.

Aunque estuvo lejos de brillar, Argentina volvió a ganar e inspiró confianza en todas sus líneas. No fueron rivales de peso, pero ya hay 6 puntos en el bolsillo.