NEUQUÉN (AN).- Una mujer que estaba limpiando el patio de su casa en el barrio San Lorenzo de esta ciudad encontró una cartera con documentación del comerciante Julio Venegas (40), asesinado a balazos hace un año. Luego se determinó que los papeles llegaron ahí en un episodio sin vinculación con el homicidio.
El hallazgo ocurrió alrededor de las 11:30 del lunes en una casa de la manzana D del barrio, pero no aportaría datos de relevancia para la investigación del homicidio que se considera esclarecido.
La dueña de vivienda estaba limpiando el patio, cuando encontró detrás de unos yuyos una cartera negra. Al ver que tenía documentación del comerciante, cuyo crimen tuvo una amplia difusión, avisó a la comisaría 16.
Las fuentes policiales consultadas por "Río Negro" indicaron que la cartera guardaba el carné de conductos de Venegas, papeles de la camioneta Volkswagen Caddy en la que fue asesinado y una agenda con diversos papeles. Además tenía los DNI de los dos hijos del comerciante y los carné de la obra social.
"En principio se pensó que el hallazgo podía tener relación con el crimen, pero luego se comprobó que no era así", indicaron las fuentes policiales.
"En agosto pasado a la mujer de Venegas le robaron la cartera con toda la documentación, y el hecho había sido denunciado", explicaron. Se especula que luego el ladrón pudo haber arrojado los papeles en la casa donde fueron hallados.
Venegas fue asesinado el 6 de octubre de 2006, y su cuerpo fue encontrado el 14 de noviembre en las inmediaciones de El Bolsón. Hay dos imputados por el crimen: Jorge Jorajuria, como presunto autor material del crimen, y Andrés Bo, como supuesto encubridor.
La causa ya fue elevada a juicio por el juez Juan José Gago y la Cámara Segunda debe fijarle fecha al debate.
El móvil del crimen habría sido una deuda que Jorajuria mantenía con Venegas. Según la investigación, lo asesinó a balazos luego de subirse como acompañante en la camioneta Caddy que conducía Venegas.
El lugar donde le disparó no fue establecido, pero se supone que ocurrió mientras circulaban por la zona de Plottier. Tras asesinarlo, Jorajuria pasó el cuerpo a la parte trasera del rodado y lo trasladó hacia El Bolsón, donde lo tiró.
