NEUQUÉN (AN).- A partir de un acuerdo firmado por la Asociación Rural de la provincia y el Ministerio de Hacienda de Neuquén, se elaborará un proyecto de ley para que a partir del 2008 se pase de un sistema de tributación inmobiliaria definido por la extensión de la superficie, a uno regido por los beneficios de la actividad agropecuaria: el impuesto dependerá de la producción anual del campo. Con la medida, el gobierno espera pasar del millón de pesos que recauda actualmente a unos 5.000.000.
El cambio de sistema llega sobre el cierre de la gestión de gobierno y, si bien los equipos técnicos del ministerio de Producción y Turismo están abocados a la elaboración del proyecto a elevar a la Legislatura, difícilmente la Ley pueda sancionarse antes de fin de año. En todo caso, será otro de los temas a evaluar en la transición política del actual gobierno de Jorge Sobisch al del gobernador electo, Jorge Sapag.
La nueva metodología sería aplicable a cerca de 9.000.000 de hectáreas que, definidas por la dirección provincial de catastro, entran dentro de la categoría de campos. Se trata de las áreas designadas como "tierras libres de mejoras de la zona rural para uso rural extensivo", por lo que las chacras, caracterizadas por un sistema de producción agrícola "intensivo", seguirán tributando mediante el viejo sistema.
Según explicó el subsecretario de finanzas de la provincia, Marcelo Raimondo, en primer lugar se definirá el valor de la hectárea, y luego se multiplicará tantas veces como indique la extensión total del campo. Es decir que, dado un precio para la hectárea, en un campo de 600 hectáreas se multiplicará por ese mismo número, dando la nueva valuación del campo. "Esto permitirá un nuevo sistema de valor de la tierra, definido a partir de las producción y no del tamaño, la ubicación o el paisaje", indicó Raimondo.
En los últimos años, una comisión especializada se dedicó a estudiar las posibilidades del sistema que, con la firma de la Sociedad Rural de Neuquén y de los organismos de gobierno dedicados a la producción, quedó efectivo para el próximo ejercicio. El informe de la comisión fue presentado ayer y en él se detallaron las variables que se tendrán en cuenta para la nueva valuación. Los índices de receptividad ganadera y el desertificación de la parcela serán dos de los aspectos principales, porque hacen a la capacidad de generar ingresos de la tierra.
Raimondo explicó que, si bien la metodología será fija, las valuaciones podrán corregirse anualmente, a partir de la información fiscal de los campos (donde se verifican las ganancias, gastos y pérdidas de los propietarios) y de las modificaciones necesarias a partir de los indicadores del mercado, como por ejemplo, el precio de la carne o de los insumos que se utilizan en el sector. El subsecretario de finanzas señaló que las revaluaciones de los campos están pendientes desde 1992 y destacó el apoyo de la Sociedad Rural, que con la firma del presidente de la entidad, Juan Sorzana, apoyó el nuevo sistema. Sobre las reuniones por la transición, el funcionario informó "a medida que se solicita información, se elaboran los informes", pero no dio mayores detalles. Raimondo confirmó finalmente que en relación con la producción frutihortícola provincial, ya se está trabajando en la reglamentación del censo agropecuario sancionado recientemente en la Legislatura.
