NEUQUÉN (AN) - De a poco va bajando el nivel del vertido de agua con altas concentraciones de sal del río Curacó al Colorado, pero para las provincias de la cuenca no es la única amenaza. El comité interjurisdiccional correspondiente aún no dio su consentimiento al necesario tratamiento del cloruro de sodio que tendrá como residuo la planta de potasio de la empresa Río Tinto en el sur mendocino.
El río Salado-Curacó tiene altísimas concentraciones de sal. Debería descargar en el Colorado pero en la zona de Puelches, La Pampa, es retenido en una depresiones para evitar el impacto en la cuenca, que es fuente de agua potable y riego de varias localidades de cinco provincias.
Este verano, el río Atuel, que nace en Mendoza y descarga en el Curacó, tuvo mayores caudales que hicieron que este último curso llegara al Colorado, en niveles superiores a los 2 metros cúbicos por segundo (ahora está en 0,5). Es una paradoja porque hay un litigio de años porque, con las obras hídricas que hizo Mendoza, el Atuel no llega a tierras pampeanas, contribuyendo a la desertificación.
Al sur de Mendoza, frente a la zona de Rincón de los Sauces, la multinacional austroinglesa Río Tinto estudia montar una planta de potasio, mientras que del lado neuquino otra compañía, brasileña, Vale Do Río Doce, está analizando si realiza inversiones.
Fuentes del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado, Coirco, dijeron a "Río Negro" que no permitirán un método de tratamiento del cloruro de sodio que sale junto con el potasio de los yacimientos subterráneos que signifique un riesgo para el río. Lo óptimo sería su explotación comercial (no tiene la misma rentabilidad) o su reinyección.
El mes que viene los gobiernos de las provincias del Coirco -Neuquén, Río Negro, Mendoza, La Pampa y Buenos Aires- irán a la Casa Rosada, convocados por el ministerio de Interior, para analizar los problemas de la cuenca en general. Se verán con el ministro Aníbal Fernández en la segunda quincena de noviembre. Hablarán de la llegada del Curacó al Colorado, de un estudio integral de la cuenca Desaguadero-Salado-Curacó, el trasvase de las aguas del río Grande al Atuel y el impacto ambiental de esa obra y funcionamiento del Coirco.
El trasvase consiste en desviar una parte del Grande -afluente del Colorado- al Atuel. Podría aumentar las posibilidades de que la salinidad siga siendo un problema.
Mientras tanto, Río Tinto sigue adelante con los estudios de su proyecto. De hecho, se supo que pidieron al gobierno rionegrino autorización para construir un puente ferroviario sobre el canal principal de riego, a pocos metros de su nacimiento en el dique Ballester. La idea de la empresa es extender el tren hasta El Chañar para trasladar desde allí el potasio al puerto de Bahía Blanca.