BUENOS AIRES.- El primer juicio oral y público a un integrante del aparato represivo de la ESMA se iniciará el próximo jueves contra el ex prefecto Héctor Febres, que fue sindicado por sobrevivientes como partícipe de la sustracción sistemática de hijos de desaparecidos.
El Tribunal Oral Federal (TOF) 5 de esta capital, integrado por los jueces Guillermo Gordo, Ricardo Farías y Daniel Obligado, abrirá el proceso el jueves a las 10 con la lectura de la acusación a Febres, que cumple prisión preventiva en la base de la Prefectura Naval en Tigre, en zona norte del conurbano.
El año pasado, el TOF 5 condenó al ex policía Julio Simón (alias "El Turco Julián") por violaciones a los derechos humanos y el 18 de octubre iniciará el primer juicio por crímenes cometidos en la ESMA, el mayor centro clandestino de detención que funcionó en la dictadura del período 1976-83.
Febres, de apelativos "Selva" y "Gordo Daniel", integró el grupo de tareas 3.3.2 que operó en la ESMA y será enjuiciado bajo cargos de privación ilegal de la libertad por su posible responsabilidad en el secuestro de cuatro prisioneros, y por la aplicación de torturas a las víctimas.
Puntualmente, Febres fue acusado por la Fiscalía por los secuestros de Carlos Alberto García, Alfredo Julio Margari, Josefa Prada de Olivieri y Carlos Gregorio Lordkipanidse, perpetrados entre octubre de 1977 y noviembre de 1978. Medio centenar de testigos, la mayoría de los cuales sobrevivió a la "extrema crueldad con la que obró Febrero en contra de miles de militantes populares", desfilará frente a los jueces del TOF 5, informó la querella .
El abogado Rodolfo Yanzón, uno de los representantes de la querella, dijo que hubiera preferido que el juicio "reuniera más hechos y más imputados", ya que a la instancia oral que se abrirá el jueves sólo llegó una parte de las investigaciones por los crímenes perpetrados en la ESMA, donde actuó un numeroso cuerpo represivo, hubo miles de víctimas y funcionó una maternidad en la que nacieron 15 niños que fueron apropiados tras los partos. De todos modos, Yanzón celebró el inicio del juicio porque los procesos por violaciones a los derechos humanos estuvieron paralizados hasta 2003, cuando se anularon las leyes de Punto Final y Obediencia Debida.