LOS ÁNGELES (DPA) - Sin los 12.000 miembros de la Asociación de Guionistas de Estados Unidos (WGA), las producciones cinematográficas y televisivas de Hollywood no podrían realizarse.
Los guionistas organizados en ese sindicato son los que piensan en las nuevas aventuras para los pasajeros varados de la serie "Lost", los que mantienen en activo al agente Jack Bauer en "24" y los que inventan nuevas historias para los "Soprano" y sus enemigos.
Los guionistas escriben aventuras, historias de amor, comedias y dramas para la pequeña y la gran pantalla. Pero pronto pueden pasar a ser ellos mismos los protagonistas de un drama real: la fábrica de sueños puede vérselas en unas semanas con una huelga de los autores.
Desde hace semanas, el sindicato de guionistas WGA se enfrenta a la Alianza de Productores de Cine y Televisión de Estados Unidos (AMPTP) para conseguir un nuevo convenio salarial que incluya mayores gratificaciones para los escritores. El convenio actual vence a fines de octubre.
El jueves de esta semana, los miembros de la WGA votarán si están dispuestos a tomar la medida más drástica en el caso de que las negociaciones no prosperen. La huelga podría comenzar el 1 de noviembre.
"Estamos más distanciados que al principio, y yo cuento con que ocurrirá la catástrofe", sostuvo el presidente de la AMPTP, Nicholas Counter, en declaraciones a la revista "Times". Los escritores ya decidieron la huelga, aseguró. "Estoy ocupado de la mañana a la noche, porque aquí cualquiera pierde los nervios en cualquier momento", relató Dennis Palumbo al "New York Times". El ex guionista convertido en psicólogo trata sobre todo a antiguos compañeros.
Una huelga paralizaría Hollywood, costaría millones de dólares, pondría en peligro la existencia de muchas empresas y frustraría a los espectadores. Sería la primera gran medida de protesta desde 1988, cuando los autores hicieron huelga durante 22 semanas. El daño para la industria del cine y la televisión fue en aquel entonces de alrededor de 500 millones de dólares.
Si la huelga es en noviembre, caería justo en medio de la temporada de mayor trabajo. Las nuevas temporadas de las series aún no estarían completas. Además, los guionistas suelen trabajar hasta fin de año en los pilotos de nuevas historias. Las predicciones del sector indican que se emitirán repeticiones si falta material para capítulos nuevos. Tiempo después, la protesta afectaría también a los espectadores de cine.
En el caso de una huelga, la calidad de las películas podría caer drásticamente en un año, predice el guionista Marc Norman, ganador de un Oscar como coautor de "Shakespeare in Love". "Pronto habrá películas escritas a toda velocidad, poco interesantes y aburridas", aseguró a la revista "USA Today". La pelea gira sobre todo en torno a la gratificación que reciben los autores en el ámbito de los nuevos medios, por ejemplo cuando su trabajo se distribuye también en internet y en los teléfonos móviles. También la participación en las ganancias de las ventas de videos y DVD es un tema caliente en las negociaciones. A esta posible huelga de guionistas podría sucederle el año que viene un conflicto con los actores y los directores, cuyos convenios vencen a fines de junio. Por las dudas, los grandes estudios llenaron invierno y primavera (boreal) de proyectos, para anticiparse a la posible paralización posterior. Nadie cuenta con un "happy end". Norman, que escribió un libro sobre la turbulenta historia de los guionistas en Hollywood, estima que habrá un combate muy duro con los poderosos de la industria del cine. "A los autores nunca se les dio nada cuando lo pidieron por las buenas. Siempre tuvieron que golpear la mesa con el puño y exigirlo".