Teherán.- El presidente ruso, Vladimir Putin, apoyó la política nuclear de Irán y garantizó hoy la finalización del primer reactor atómico de ese país, que se construye con ayuda de Moscú en Bushehr. También advirtió a los EE.UU. por posible ataque al pueblo iraní.
Putin llegó por la madrugada a Teherán para participar de una cumbre de los países con costas en el mar Caspio, y su arribo estuvo rodeado de secretismo y de grandes medidas de seguridad luego de la difusión de informaciones periodísticas en Rusia sobre un plan para asesinar al mandatario con un atentado suicida.
Tras reunirse con el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, Putin aseguró que se atienen a los compromisos asumidos. La instalación del reactor debía entrar en funcionamiento a principios de 2000, pero sufrió diversos retrasos, que Rusia atribuyó a presuntas demoras en los pagos por parte de Irán. La cuestión era uno de los principales asuntos a tratar por ambos mandatarios hoy en Teherán. Sin embargo, Putin no fijó plazos concretos de entrega del combustible nuclear que debe suministrar a Irán. El envío debe producirse, según las premisas internacionales, pocos meses antes de la puesta en marcha del reactor, dijo el mandatario.
El jefe del Kremlin destacó que, a cambio, Irán se comprometió a entregar a Rusia barras de combustible nuclear usado, y reveló que expertos de ambos países negocian actualmente una modificación de las condiciones del tratado para la finalización del reactor.
Teherán ha repetido en numerosas ocasiones que su programa de enriquecimiento de uranio sólo está orientado a la utilización civil de energía nuclear. Occidente teme, por el contrario, que el objetivo de Irán sea construir una bomba atómica.
Respaldo y advertencia. La visita de un gobernante de la estatura de Putin constituye un sólido gesto de respaldo a Irán en momentos de creciente presión internacional sobre Teherán por su programa nuclear. El primer mandatario ruso se reunió con su par iraní Mahmud Ahmadinejad y tenía previsto encontrarse con el líder supremo iraní, el ayatollah Ali Jamenei.
Lado a lado en la cumbre de los cinco países caspianos, Putin y Ahmadinejad advirtieron contra cualquier interferencia extranjera en los asuntos de esas naciones, en un cónclave destinado a acordar formas de compartir las considerables riquezas energéticas de la región.
Aunque no mencionaron a ningún país en particular, los dichos se interpretaron como una alusión a Estados Unidos, dados su apoyo a la construcción de oleoductos que lleven hidrocarburos a Occidente sin pasar por Rusia y los rumores de que Washington planea usar a Azerbaiyán para lanzar un hipotético ataque a Irán.
Putin advirtió además que los proyectos de oleoductos que pasen por los países del Caspio sólo pueden ser implementados con el apoyo de las cinco naciones con costas en el mar interior.
Los otros países del Caspio son Azerbaiyán, Kazajstán y Turkmenistán.
El presidente ruso subrayó la necesidad de que todas las naciones del Caspio prohíban a terceros estados usar su territorio para lanzar campañas militares contra algún país de la región, en alusión a las versiones sobre los planes de Estados Unidos para un eventual ataque a Irán desde Azerbaiyán.
"Ninguna nación del Caspio debería ofrecer su territorio a terceros países para el uso de la fuerza o la agresión militar contra algún estado del Caspio", dijo Putin, citado por la agencia de noticias rusa Interfax.
Fuente: (dpa y Télam).